Joan Laporta, presidente del Barcelona, volvió a defender ayer la labor de Aitor ´Txiki´ Begiristain al frente de la secretaría técnica del club, aunque admitió que el responsable deportivo "tenía que haberse extralimitado en sus funciones" para controlar el vestuario y los problemas de indisciplina de manera más directa. Durante la presentación de Josep Guardiola, el presidente azulgrana asumió que a lo largo de la pasada temporada, Begiristain debió "pasar por encima de las funciones del entrenador" para atajar los problemas que contaminaron al vestuario y que acabaron por reflejarse en el campo. "Pero es una tarea compleja porque quien tiene la responsabilidad es el entrenador; la secretaría técnica se ocupa de los contratos y de configurar la plantilla; saltar al entrenador es complicado y sólo debe hacerse en situaciones excepcionales. Es difícil entrar en esa dinámica de cambiar esas actitudes, de convencer al jugador de determinadas cosas. Para eso está el entrenador de un equipo", expresó Laporta en un paréntesis de su discurso sobre las cualidades de Josep Guardiola.