"Se nos ha ido una gran persona, un gran deportista. Fue un hombre que siempre estaba dispuesto ayudar. Una pena". Las palabras, entrecortadas por el dolor y la sorpresa, pertenecen a José María Asenjo, uno de esos futbolistas que llegó desde fuera a Cáceres y se quedó a vivir en la ciudad. Asenjo y "Mandés" pasaron horas y horas juntos en un equipo al que aprendieron a amar con el tiempo.

El sentimiento de pesar del ahora concejal ejemplifica bien el que arrastraban ayer otros veteranos del club, con el que "Mandés" mantenía un contacto bastante frecuente. Jugó en el Cacereño, adonde llegó procedente del Zamora, desde la temporada 60-61 a la 66-67.