La nueva dirección deportiva del Mérida, comandada por Ander Garitano, ha decidido que Javi Chino no tiene cabida en el nuevo proyecto romano para la temporada 20-21, en el que el objetivo marcado es meterse para la ejercicio siguiente en la Segunda B Pro. Del mediocentro defensivo o central que llegue, se espera que tenga mejores argumentos futbolísticos que Chino, aunque, ojo, conforme han ido pasando las temporadas, parecía que el pacense se quedaba «para hacer vestuario», pero al final su nómina de partidos por campaña era bastante elevada ¿el motivo? Que Javi no deja de trabajar hasta convencer a sus entrenadores para que confíen en él.

Volviendo a la expresión ‘hacer vestuario’, en muchas ocasiones se utiliza de manera peyorativa para hablar de un futbolista que va a jugar poco y que solo sirve para hacer piña dentro de la plantilla. En el caso de Chino, en ninguna temporada de las que ha defendido la elástica romana ha jugado poco, sin embargo, sí que ha sido importante su labor como capitán dentro del vestuario.

Las muestras de cariño han sido innumerables estos últimos días, pero cabe destacar del vídeo que le editó el propio club, las palabras de Eloy Jiménez (entrenador en la temporada 16-17), en el que explica que le dijo a Javi que necesitaba un vestuario unido para poder salvarse (cuando Eloy llegó, el equipo estaba en descenso), “no te preocupes míster, que de eso me encargo yo”. El equipo terminó a un gol de los play off de ascenso.

El mercado futbolístico es tan amplio que sustituir al Javi Chino futbolista no va a ser complicado, si el jamón no ha conseguido gustarle a todo el mundo, tampoco lo va a conseguir Javi Chino. Pero el fútbol tiene un elemento muy importante más allá de los terrenos de juego: la afición y la prensa. Y no tengo tan claro que eso se encuentre en el mercado tan fácilmente. Con el centrocampista pacense, el Mérida tenía un portavoz, sobre todo en las malas, que es cuando nadie se quiere poner, pero para eso los medios teníamos al comodín de Chino que hacía las veces de portavoz propio, de la plantilla y si hacía falta, del club.

Para muestra dos ejemplos: en la temporada pasada el equipo de Santi Amaro consiguió el ascenso y sufrió una única derrota en todo el ejercicio, aquel doloroso 4-1 frente al Moralo. Al final del partido, solo un futbolista, además del técnico, estaba con ánimo para atender al único micrófono inalámbrico que estaba en el campo, ese era Javi Chino. Cuando se ascendió frente al Socuéllamos, todos atendieron amablemente a todos los medios.

Un temporada antes, el Mérida descendía frente al Coruxo con empate a dos en el Romano y a cero en Vigo y, desgraciadamente el primer gol de la eliminatoria vino precedido por un error de Chino. Fueron varios los autobuses que se desplazaron a tierras viguesas para acompañar al equipo en aquel partido de vuelta. Una vez que acabó el encuentro, los jugadores y los técnicos salían por una puerta trasera hacia los autobuses con la cara de disgusto propia del momento. El capitán le dio la vuelta al estadio para irse hacia donde estaban los aficionados romanos para disculparse por el descenso e intentar animarles. Un acto que fue muy aplaudido por los que allí estaban y que muchos han recordado durante esta semana cuando se ha anunciado su marcha.

En definitiva, toda la afición romana espera que la renovadísima plantilla que el Mérida va a conformar para la próxima temporada consiga el objetivo marcado, pero a lo largo de una temporada también hay momentos malos y sin Javi Chino, a ver quién da la cara.

*Periodista