EL ITALIANO del Fassa Bortolo logró su segundo triunfo al vencedor en la duodécima etapa del Giro, considerada de media montaña y con el mítico San Pellegrino a las primeras de cambio y que en esta ocasión fue menos decisivo que en otras debido al estar en los primeros kilómetros de la carrera y tras la criba realizada en la jornada anterior con final en el inédito Zoldo Alto. Fue una etapa más tranquila de lo esperado. Los que el día anterior salieron airosos se conformaban con seguir el ritmo.