Lección de historia digna de una tesis universitaria la que ofreció un reportero de la televisión venezolana mientras comentaba la retransmisión de las pruebas olímpicas de natación de Río con Michael Phelps, la gran estrella mundial de la especialidad, en acción. Ni Phelps había nacido en 1972, ni participó lógicamente en los Juegos de Múnich, ni Adolf Hitler asumía el poder en Alemania, ya que llevaba 27 años fallecido.

El reportero confundió a Phelps con Mark Spitz, el nadador californiano que en 1972 ganó las siete medallas en la piscina de Múnich y a su vez se hizo un lío con la figura de Jesse Owens, el gran triunfador de los Juegos de 1936 y el que sí obligó a Hitler a retirarse de la tribuna del estadio olímpico con tal de no participar en la ceremonia de la entrega de medallas. El comentario televisivo no tuvo desperdicio al hablar de que "ningún mortal, ningún ser viviente ha podido colgarse la cifra de ocho medallas doradas (fueron realmente siete). Únicamente lo logró Michael Phelps en los Olímpicos de Múnich en el año 1972 , allá en la Alemania de Hitler, donde ni siquiera él mismo quiso darle las medallas en aquel entonces".