El nadador estadounidense Michael Phelps se lo pasó bomba en la grada de la piscina olímpica del Centro Acuático de Atenas, en el último día de la competición de este deporte. Phelps, que se despidió de los Juegos con una nueva medalla de oro y como la máxima estrella de la natación mundial, decidió ceder su puesto a su compañero de equipo Ian Crocker en la posta de mariposa del relevo 4x100 estilos que cerró las competiciones de natación.

Mientras veía como los Estados Unidos sumaban tres medallas más, oro en la prueba de estilos masculinos, plata en 1.500 metros con Larsen Jensen y plata en el relevo femenino de estilos, Phelps animaba a sus compañeros con una bandera de su país en una de sus manos, y no paraba de reírse cada vez más.

EL RELEVO, SEPTIMO Por otro lado, la actuación española se redujo a la participación en la final del 4x100 estilos. El relevo acabó séptimo.