Su silueta rara vez pasa desapercibida para los rivales. Su exuberante musculatura y un poderío físico descomunal describen a este portento de la naturaleza importado desde el corazón de África. Llegó este verano procedente del filial del Atlético de Madrid como petición expresa del cuerpo técnico anterior. Su cesión fue uno de los grandes culebrones del verano, pero la insistencia del Extremadura convenció al jugador, que había tenido otras ofertas y apostó por Almendralejo. Le ha costado adaptarse a la competición, posiblemente porque se encontraba atado a una parcela estricta del terreno de juego. Pero Juan Velasco, que ha destripado el talento del camerunés, le ha soltado la correa sobre el verde. Sin restricciones. Y ahora, Pierre campea a sus anchas por todos los lugares del campo. Omnipresente. Como un auténtico bulldog a por todos los balones. Acercándose a ese futbolista total con el que sueña cualquier entrenador.

Ante el San Fernando apareció la mejor versión del centrocampista del Extremadura, un jugador de resistencia kilométrica. Nada más arrancar el segundo acto convirtió el mejor gol en lo que va de temporada. Recibió de espaldas un balón templado en la frontal del área, se la acomodó con el pecho, giró en un santiamén y zapateó con la zurda. Tembló el travesaño y la Bahía de Cádiz. Pero el cuero acabó dentro de la jaula. Un golazo impresionante. «Tuve algo de fortuna porque esos balones tienen que salir perfectos, pero sí, puedo decir que es el mejor gol que he marcado a lo largo de mi carrera», decía todavía emocionado el camerunés. Luego tuvo la fortuna de encontrarse un balón suelto que también zapateó a la red para cerrar la victoria y convertirse, con tres tantos, en el máximo goleador azulgrana en lo que va de año.

Ha tenido varias parejas de baile en la medular, pero sin duda alguna se queda con Fall. «Me siento bien con él porque aporta seguridad y equilibrio en el centro. Eso me permite a mí moverme con más libertad y ahí me siento muy a gusto». A Pierre le motiva moverse por todos sitios, siempre buscando la segunda jugada y la oportunidad. Conecta muy bien con Javi Pérez: «Nos entendemos bien dentro y fuera del campo. Y esa complicidad se nota», asegura.

Fue Merino el que peleó duro por su llegada y el cambio de técnico le afectó: «Tenía que centrarme en la parcela profesional y era momento de estar unidos». Y ahí, el camerunés, pese a su juventud, ha sabido tirar del carro.

Esperanzado / Pierre es de esos jóvenes que ha saltado al viejo continente en busca de una mejor vida. Toda su familia le sigue desde Camerún, de donde salió en 2012 para jugar en una academia de fútbol de Madrid. Luego le firmó el Alcobendas hasta que los ojeadores rojiblancos se fijaron en él. Con el Atleti ha jugado la Youth League ante Oporto y Manchester City. Ha entrenado en muchas ocasiones con el primer equipo, bajo las órdenes del Cholo Simeone, del que es un ferviente admirador: «He aprendido mucho de sus entrenamientos. Es un pedazo de técnico. Con él nunca puedes bajar los brazos». Su gran referencia es Koke, con el que ha podido compartir pelota: «Es el perfil que me gusta. Destruye y construye. Y siempre da vida en el campo».

El camerunés sabe que el Extremadura puede ser el trampolín que le haga regresar con más ímpetu al Manzanares y cazar el sueño de ser futbolista profesional. El Extremadura, en cambio, le mima cada semana para que los domingos se transforme un bulldog de presa con el objetivo de seguir arañando puntos.