Sevilla: Palop; Stankevicius, Fazio, Dragutinovic, Adriano; Jesús Navas, Renato (Rodri, m.86), Romaric, Perotti (Diego Capel, m.60); Acosta (Lolo, m.56) y Kanouté.

Athletic Club: Iraizoz; Iraola, San José, Amorebieta, Castillo; Gurpegui, Iturraspe (David López, m.64), Javi Martínez, Gabilondo (Iñigo Pérez, m.88); De Marcos (Susaeta, m.75) y Llorente.

Arbitro: César Muñiz Fernádez. Expulsó con roja directa al sevillista Romaric (m.52). Además, amonestó a los visitantes Iraola, Castillo, Gabilondo, Iturraspe, Iraizoz y Susaeta y al local Kanouté.

Incidencias: Partido disputado en el estadio Ramón Sánchez Pizjuán ante unos 35.000 espectadores. Terreno de juego en buenas condiciones, aunque algo blando y rápido por el agua de lluvia.

El Sevilla, que jugó casi todo el segundo periodo en inferioridad numérica por la expulsión del marfileño Romaric, no pudo ante un Athletic que, pese a esa circunstancia fue demasiado defensivo y conservador y que siempre pareció conformarse con el empate a cero final.

Los sevillista dominaron con gran claridad en la primera parte y en la segunda tuvieron siempre fe en sus posibilidades, pero la situación se le puso cuesta arriba y el empate evita que siga la escalada hacia la tercera posición, mientras que el Athletic, con este punto, se pone con 37 en la pelea por entrar en puestos europeos.

El técnico del conjunto vizcaíno, Joaquín Caparrós, quiso plantear un partido con una línea de presión adelantada para evitar que el rival sacara con fluidez el balón y con Fernando Llorente como referente en el ataque para cazar algún balón.

Ante ello, los de Manolo Jiménez le impusieron ritmo al balón y con circulaciones rápidas se plantaron pronto por las inmediaciones de Gorka Iraizoz.

Lautaro Acosta, que reaparecía como titular después de estar prácticamente inédito esta temporada por una lesión de tobillo y que ayudaba en el ataque al malí Frederic Kanouté ante las ausencias de Alvaro Negredo y el brasileño Luis Fabiano, gozó de la ocasión más clara del encuentro, pero, solo ante Gorka Iraizoz, estuvo muy lento.