PINES BADAJOZ: Matías Schultz; David Jiménez (2), Alex Garza (1), Moisés León (1), Hugo Garza (1), Fernando Hernández (7) y Víctor Díaz (4) -siete inicial- Montoro (1), Ruano (2), Margareto (1), Bozse (1), Polo (4) y Padilla (0).

CANGAS FRIGORIFICOS DEL MORRAZO: Kevin García; Marko Lasiça (5), Fernando Eijo (1), Mihomir Dodier (3), Nelson Espino (4), David García (2) y Antonio Ugalde (3) -siete inicial- Marko Karleusa (0), Pousada (1), Rosales (4) y Sánchez (1).

ARBITROS: Alonso y Miret (Catalanes).

INCIDENCIAS: Primera jornada de la División de Honor Plata de balonmano.

El inmenso muro de hielo del Frigoríficos Cangas, con jugadores de gran altura y dureza defensiva, se derritió por el calor, el ímpetu y la calidad del Pines Badajoz. El equipo de Nino Antúnez debutó en la categoría de plata del balonmano español con un memorable triunfo ante un recién descendido de la Asobal, en donde había estado doce de las últimas quince campañas.

El libro de oro del deporte extremeño sigue escribiendo páginas tan irrepetibles como la de ayer. Un Pines hispano-argentino con carácter internacional gracias al campeón mundial español Fernando Hernández, autor de siete goles, y al meta Matías Schultz, con varias paradas antológicas. Pero el triunfo fue de todos a partes iguales, con el trabajo defensivo del equipo, los goles de Víctor Díaz en la segunda parte, los aciertos de Alvaro Polo desde los siete metros...

Tras un inicio igualado, los visitantes se distanciaron en el electrónico con un 7-9 en el minuto 20. Los ataques pacenses se estrellaban en la defensa de los de Cangas del Morrazo, cuya dureza gozaba de la permisividad arbitral. Tras un 8-10, el partido dio un giro importantísimo en la recta final de la primera parte. El Pines comenzó a correr más y a jugar con los extremos y los tantos de Margareto, Díaz, Montoro y Hernández provocaron un parcial de 4-0 que dejó el descanso en 12-10.

En el comienzo de la segunda mitad, el Pines aumentó sus diferencias jugando un balonmano de Asobal. Los árbitros se acordaron que en este deporte hay exclusiones y empezaron a castigarse las acciones antirreglamentarias de los gallegos. De este modo, el partido se disparó a un 16-12, máxima diferencia para el Pines. Pero la ley de la compensación saltó a escena, los hermanos Garza pagaron los platos rotos y de seis contra cuatro se pasó a cuatro contra seis, poniendo de nuevo apretado el partido el Cangas.

Schulz empezó a pararlo todo, especialmente varios mano a mano que impidieron al Cangas acercarse más, Fernando volvió a coger las riendas del carro y el Pines se marchó 20-16 hasta que un parcial de 2-6 empató el choque a 22. Dos contras de Jiménez y Polo y una parada final de Schultz en el último segundo, dieron el merecido triunfo a los pacenses. El sueño continúa.