El Pines Badajoz intentará aprovechar su visita a la pista del Almoradí alicantino, colista aún sin puntuar de la División de Honor Plata de balonmano (hoy, 18.30 horas), para sumar una nueva victoria en la última jornada del año, lo que le mantendría en la parte alta de la tabla.

Según se reconoce desde el propio club, el peligro de este tipo de encuentros es la posible relajación que podría experimentar el equipo al pensar que el triunfo puede conseguirse sin demasiados problemas, algo que requiere más labor psicológica que táctica o técnica por parte del preparador del equipo, Antonio Antúnez. El equipo extremeño es cuarto, con siete triunfos y dos empates.

Se afrontará este encuentro con la baja del húngaro Josef Bosze, en período de recuperación de una fascitis plantar en el pie derecho. Pese a que el rival pudiera calificarse como de asequible y la ocasión propicia para ganar, la idea y el trabajo durante la semana para los jugadores del Pines serán los mismos que para los demás partidos de la temporada. "Lo afrontamos con la única idea de trabajar duro y de llegar de la mejor manera, igual que los demás partidos de la temporada, este es un equipo ganador y vamos a llegar con la mentalidad adecuada", indica Alex Garza.