Fernando Pino y su novia «de toda la vida», Ana, habían decidido contraer matrimonio el próximo 11 en julio en el complejo La Fábrica, en Brozas, la localidad natal de ambos, en lo que sería el evento de sus vidas, con 200 invitados presentes en una jornada tan especial. Todo iba bien encaminado a falta de los detalles finales. Evidentemente, con los efectos del coronavirus, sus planes se han venido abajo, con todo lo que ello supone. «Ahora estamos viendo si nos casamos en el mes de septiembre, pero no está claro, no, y tenemos que intentar decirlo y arreglarlo todo ya», dice el futbolista del Coria desde su domicilio en Cáceres.

Con todo aún en el aire, el media punta brocense pasa el tiempo entrenando y viendo series en Neflix, «que lo tengo ‘machacao’», comenta distendidamente. «Es un follón con lo de las invitaciones, el restaurante, la ceremonia… se lo puede imaginar todo el mundo. Además, si ahora no se hace en septiembre para el año que viene, cuando queramos, a lo mejor no hay fechas», comenta esta pieza clave en los esquemas de Rai y voz autorizada del vestuario del segundo clasificado de la Liga cuando se detuvo abruptamente la competición. Además, es dinamizador deportivo en su pueblo en lo que es su otra pasión.

«Yo creo que no se va a volver a jugar», opina sobre la competición en las categorías no profesionales como la Tercera extremeña. ¿Y cómo se resuelve todo? Pino, siempre analítico desde la frialdad de alguien muy sereno fuera del campo, asegura que «hay muchos intereses en juego y hay equipos que se han gastado mucho dinero para subir». Y en razón de ello, en su opinión, «es normal que cada uno mire por sus intereses» a la hora de pronunciarse sobre la mejor fórmula para terminar la liga. Sí tiene claro que «se haga lo que se haga va a ser injusto» y que tampoco está claro que se pueda hacer la fase final entre los cuatro primeros para subir, entre los que se encuentra el Coria.

Seriedad

Pino dice que la entidad del Alagón está siendo un club serio a la hora del trato con los futbolistas durante este tiempo y las conversaciones que se han mantenido entre las dos partes han llegado a buen puerto. «Hemos hablado con la directiva y está claro que las dos partes tendremos que hacer un esfuerzo. Es lógico». Consecuencia: los futbolistas rebajarán la cantidad que les correspondería por compromiso con el club.

Lo importante realmente, se dice estos días, es la salud. Fernando Pino, siempre casado con el gol, espera acontecimientos personales y deportivos con tranquilidad, sin presión añadida y contando el aplazamiento de su boda como una mera anécdota que no olvidará.

Por la tarde, «después de las palmas», a las 20.00 horas, toca entrenar con José Carlos Ponce, el preparador físico, de manera virtual. Eso sí que dependerá exclusivamente de él.