Un simple y voluntario encuentro de futvoley terminó provocando el primer pique de pretemporada. El enfado se lo llevó Michel Salgado. Acabó indignado con dos decisiones polémicas adoptadas por un colegiado con carácter: el mismísimo José Antonio Camacho, que se tomó con humor las lamentaciones del lateral, que acabó mordiendo el polvo tras un disputado partido entre jugadores blancos.

Con la sesión matinal concluida quedaban cuentas pendientes como para montar un nuevo partido en el que la mezcla de fútbol y voleibol divierte y motiva a los jugadores. Fue voluntario. En un equipo el capitán, Raúl, se rodeó de Zidane, Beckham y el guardameta César. Enfrente Michel Salgado competía junto a Solari, Helguera y Pavón como compañeros del improvisado equipo.

La victoria ajustada cayó del lado de los primeros. Y Camacho aguantó unos minutos de reprimenda de Salgado: "Les has regalado el partido. Han sido dos puntos clarísimos a nuestro favor que nos has robado", se lamentaba Michel camino del carrito de golf que le acercaría a su habitación del hotel. "Qué pesado eres, Míchel", intercedió entre risas Raúl, sintiéndose claramente vencedor.

Trato cercano

Camacho, que está demostrando tener un trato cercano a sus futbolistas a los que exige el máximo dentro del campo y con los que dialoga sin parar fuera de él, se lo tomó a risa.

Menos gracia le había hecho minutos antes una acción de Roberto Carlos. El brasileño se ganó una reprimenda al más puro estilo Camacho , al bromear en pleno partido de futvoley .

"Roberto, vamos a entrenar y sin cachondeo. Cuando nos entrenamos nos entrenamos", gritó Camacho que al momento se arrepintió de perdonar a su jugador una de las exigentes series de carrera continua. "El próximo día te va a perdonar quien yo sé", le dijo.

El buen ambiente en la plantilla del Madrid reina en Montecastillo. Las bromas duran lo que quiere Camacho, que pone en práctica originales ejercicios que llevan los piques y la competitividad al grupo.

Como ocurrió entre Solari y Raúl. Junto a César formaban uno de los tríos en una especie de partido de golf con pelota de balón y golpeando con el pie. Dos picas marcan lo que sería el hoyo y la distancia es el ancho del campo de fútbol. El perdedor era castigado con abdominales. El extremeño César ganó con claridad a sus dos compañeros, que no se ponían de acuerdo en quien fue el peor y apareció la picaresca. "Quien me iba a decir a mi, con un argentino y haciendo yo trampas", bromeó Raúl cuando Solari cedió y comenzó a hacer abdominales ante las risas del resto.

Casillas, cauto

Iker Casillas afronta una nueva temporada con los tres grandes títulos como objetivo general, "con una espina clavada con la Copa del Rey", y con el reto personal de "seguir creciendo como portero y persona".

Como el resto, Casillas parte de cero. Piensa que tiene las mismas opciones de titularidad que sus compañeros César Sánchez y Diego López. Pide refuerzos y no se corta afirmando que si es necesario reforzar la portería que la directiva fiche para evitar problemas.

"Esta temporada quiero intentar ser siempre el mejor y para ello hay que trabajar puntos a mejorar", insistió.