‘Pitynalti’: término que se usa para referirse a la máxima efectividad posible desde los once metros en el fútbol. El concepto nace por el jugador del Calamonte, José María ‘Pity’ Sánchez (Calamonte, 1993) que ha marcado 32 penaltis de manera consecutiva. Puede que sea una quimera, pero al paso que lleva el bueno de Pity, quizás la Real Academia Española pronto considere oportuno introducir dicha palabra en el diccionario. Es letal desde el punto de castigo. Desde que el Calamonte regresó a Tercera, el central rabúo no ha fallado ninguna pena máxima de las ejecutadas.

«Empecé a tirar los penaltis con el Calamonte en preferente. Los estaba tirando un compañero y lo hacía bastante bien, pero el entrenador me dio esa responsabilidad y bueno…no tuvo mal ojo”, recuerda con una sonrisa pícara. Hasta la fecha, 32 penas máximas y 32 tantos. ¿Habrá fallado algún penalti en su vida? “Sí, recuerdo el último que fallé. Fue ante el Cheles. Fue en los minutos finales, agarré el balón, lo puse en el punto de penalti y lo tiré ‘a lo panenka’. El balón se marchó fuera por bastante, la verdad que me dio un poco de rabia, menos mal que ganamos», confiesa.

Ha sido varias veces el pichichi de su equipo gracias a los goles desde los 11 metros. Un arte que lo lleva practicando desde su infancia. «En categorías inferiores también los tiraba. No los suelo entrenar mucho. Mi padre me riñe porque dice que los practique para no fallar, pero de momento no me ha ido mal así», detalla.

Su secreto: la precisión. «No tiene mucha ciencia. Agarro la pelota, me relajo, pienso el lado al que quiero tirar y disparo lo más ajustado posible al palo. Es precisión y un tipo de golpeo que domino bastante bien», analiza. La metodología de un verdadero verdugo para los guardametas. El último en sufrir su efectividad, el del Villanovense.

Según las estadísticas, cada vez que lance una pena máxima, estará más cerca de fallarlo. Pura probabilidad. «Lo estuve hablando con José Fuentes, que es algo que también le pasa a los porteros con los minutos imbatidos y me dijo que ya el siguiente lo fallaré. Intentaré que no se así», señala entre risas.

Con confianza

Un error que aún no se ha producido, pero que si se produce no le quita el sueño. «Bueno, no sé cómo reaccionaré porque ya hace muchísimo que no fallo uno. No sé cuándo fallaré, pero seguiría tirándolos porque tengo confianza para ello», apunta el indiscutible rey de los 11 metros.

Aquellos que conocen a este central, sabrán que se trata de una persona diferente. Dicen que es un genio, y los genios tienen sus cosas. Interactuar con el público mientras va a sacar un córner o reírse tras un fallo propio. Cosas al alcance de pocos. No obstante, ante los medios de comunicación se pone nervioso. «La verdad es que me lo paso bien en el campo mientras juego. Luego me ponen un micrófono o una cámara delante y me pongo súper nervioso, más que cuando voy a tirar un penalti», dice entre risas el central, que da la sensación que no ha querido ser futbolista. Condiciones le sobran.

«Desde que regresé a Calamonte tras pasar por la cantera del Mérida me he sentido muy cómodo aquí y eso lo valoro mucho. He tenido ofertas del Jumilla, de Segunda B, pero no me convencía económicamente y también una del Don Benito cuando ascendió, pero no la acepté y de esa sí me arrepiento, pero bueno…no hay que darle más vueltas», explica.

Ahora, además de no fallar penalti alguno, se encuentra trabajando en el campo. «No es ninguna excusa, pero quizás estas tres temporadas no he estado a mi mejor nivel porque también es muy duro el trabajo en el campo y compaginarlo con los entrenamientos, pero quiero volver a mi mejor nivel», comenta Pity.