La plana mayor de la Real Federación Española de Fútbol, gran parte de los vips del balompié regional y políticos locales y autonómicos inauguraron ayer con indisimulado orgullo la sede la delegación cacereña de la Federación Extremeña. Es un amplio espacio entre la barriada de Extremadura y La Mejostilla que acoge las propias oficinas, las del colegio de árbitros y una mutualidad para atender a jugadores lesionados.

Al estreno de los locales acudieron, dentro del mundo del fútbol, el presidente de la RFEF, Angel María Villar; el seleccionador nacional, Iñaki Sáez y el presidente de la Federación Extremeña, Juan Espino Navia. Entre las autoridades, el alcalde de Cáceres, José María Saponi; el consejero de Cultura, Francisco Muñoz, y el presidente del Tribunal Superior de Justicia de Extremadura, Angel Juanes.

El acto se caracterizó por la satisfacción que todos expresaron. Espino señaló que era una "aspiración lógica y justa"; Saponi pronosticó que la sede "redundará en beneficio del deporte de Cáceres"; Villar deseó que "siempre pudiera acudir a momentos tan gratos" y Muñoz apuntó que la demanda de fútbol en la región es "muy importante".

EXPECTACION

La presencia de tanta cara conocida generó un considerable revuelo en los alrededores de la sede. Estuvieron presentes numerosos históricos de la federación y también entrenadores como Ismael Díaz (Cacereño) o Angel Marcos (Díter Zafra). Este hizo de embajador con Iñaki Sáez, a quien le une una buena relación. El máximo responsable de la selección nacional se confesó "encantado" de estar en Extremadura, como hace tres semanas en Almendralejo, y destacó que sigue con interés lo que ocurre en el fútbol regional. Sobre sus futbolistas, destacó que ha estudiado sobre todo las evoluciones del actual lateral derecho del Mallorca David Cortés, criado en el Extremadura, no descartándole para una futura convocatoria.

También Villar tuvo palabras sobre el progreso del deporte en la comunidad, aunque en absoluto garantizó que la selección vaya a regresar en partido oficial a uno de sus estadios. "Me gustaría, pero tengo que repartir juego", asumió.

A su lado, los políticos hablaron de nuevas instalaciones y de fútbol de élite. "Nuestra intención es concretar el mayor número de acuerdos posible con ayuntamientos y federación para hacer campos de césped artificial", dijo el consejero de Cultura. Halagó especialmente a Juan Espino, que en las últimas semanas se ha visto salpicado por las acusaciones de haber derrochado el dinero de la Federación Española.

El propio Espino fue el que abrió el debate sobre la posibilidad de que Extremadura volviese a tener equipos en Primera División. "Yo creo que no hay apoyo social suficiente para ello. Los dos casos que hubo --Extremadura y Mérida-- fueron auténticas heroicidades", señaló. Saponi le dio la razón parcialmente, pero hizo la salvedad de que "un alcalde prefiere tener equipos de élite, porque son buenos para el desarrollo de una ciudad. Y cuando los pierdes, es difícil recuperarlos".

En la calle, Sáez no se cansó de firmar autógrafos, sin perder la sonrisa. Después, todos se marcharon a la Gala Anual de la Federación Extremeña, donde se entregaron los premios a los mejores de la temporada 2001-2002.