Ayer era el último día. La fecha tope en que se había prometido a los futbolistas del Mérida que iban a cobrar. Sin embargo, eso no ocurrió. Por ello, la plantilla estalló y, acompañada por el cuerpo técnico, convocó una rueda de prensa para explicar públicamente cuál es la situación real con respecto a lo que se les adeuda.

Juli Ferrer, capitán del equipo, hizo las veces de portavoz leyendo un comunicado "para dar a conocer la realidad deportiva y económica de la plantilla".

Así, se hacía público que a la plantilla se le adeuda las mensualidades de diciembre, enero y febrero, además de "la ficha de diciembre y alguna ficha más a varios jugadores". En el mismo sentido, se decía que "a algún jugador se le adeuda dinero de la pasada campaña".

PROMESAS INCUMPLIDAS En la comparecencia pública, la plantilla y cuerpo técnico decían haber dado al club todas las facilidades posibles para poder cobrar las mensualidades y fichas, "habiendo recibido --por parte del club-- siempre falsas promesas y expirando multitud de fechas para hacer efectivos los cobros, el último día pactado era hoy". Por todo ello, la plantilla pide "comprensión y ayuda para una situación que ha llegado al límite de nuestra paciencia". Asimismo, agradecían a los socios y a la afición "por estar siempre a nuestro lado" y pidieron respeto y "que todos y cada uno se pongan en nuestro lugar y piensen qué harían si en sus respectivos oficios, habiendo anticipado el trabajo de tres meses, no se lo hubieran remunerado"

Los jugadores dicen no poder hacer frente a alquileres, hipotecas o "simples recibos de luz o agua". "Por eso pedimos ayuda a todos los que quieran solidarizarse con nuestra situación".

Los jugadores y el cuerpo técnico del Mérida acabaron anoche el comunicado dejando claro que, entre todos, intentarán dejar al equipo "en el sitio que se merece dentro del fútbol español".