La directiva del Extremadura y los jugadores de la primera plantilla han alcanzado un acuerdo para la reducción de los salarios del primer plantel, en el caso de que la competición en Primera y Segunda no se reanudara. Según ha podido saber este periódico, el acuerdo es la reducción de un 20% de los salarios de lo que resta de temporada en caso de que no haya más competición por la crisis del coronavirus, mientras que, si termina habiendo fútbol, los contratos no se tocaran.

Los capitanes se han reunido hasta en tres ocasiones con el presidente, Manuel Franganillo. El pacto alcanzado ha sido satisfactorio para las partes. «El grupo sabe perfectamente las circunstancias en las que nos encontramos. Todos vamos a perder en esta situación, pero las reuniones que hemos mantenido han sido muy cordiales y con buen entendimiento con el presidente», ha confirmado Kike Márquez, uno de los capitanes, quien añade que «nos hemos entendido y hemos buscado lo mejor para nosotros y para el club». La decisión de adoptar un acuerdo sirve para evitar el ERTE en la plantilla.

Sobre la posible vuelta del fútbol, anunciada tras el pacto alcanzado por el Consejo Superior de Deportes con LaLiga y la Federación Española de Fútbol, el vestuario sigue teniendo dudas. «Es una pena que nos sigamos centrando en jugar la liga cuando sigue muriendo tanta gente por esta enfermedad. Quizá, le estamos dando más importancia a la parte económica que a la sanitaria. Pero ellos son los que mandan», dice Kike Márquez.

El sanluqueño sabe que está siendo «difícil» mantener el nivel de entrenamientos con el confinamiento, «pero tenemos que llevar la mejor vida posible y estar preparados por si hay que jugar». Lo que tiene claro el atacante azulgrana es que la competición ya no será la misma: «estamos hablando de una liga totalmente distinta de 33 puntos. Será muy distinta a la que estábamos jugando».

Sobre el hecho de jugar tantos partidos en apenas dos meses de competición, Márquez cree que «los futbolistas pueden jugar una serie de partidos cada 72 horas, pero no tantos. No sólo nos preocupa el coronavirus, sino también el hecho de jugar a unas temperaturas tan altas en verano. Creo que eso se debe tener también en cuenta porque ya han pasado episodios que no queremos que sucedan».