Era cuestión de días. Quizá, de semanas. Pero la bomba ha explotado definitivamente. Y lo ha hecho en las manos del presidente del Extremadura UD, Manuel Franganillo, que este lunes ha vivido horas convulsas tras conocer cómo su plantilla ha emitido a a través de AFE un duro comunicado en el que acusaba da mentirosos, tanto a la directiva de Franganillo como a los nuevos inversores, Ramón Rober y Zoran Vekic, por las falsas promesas incumplidas en cuanto a los pagos. El presidente del Extremadura ha contrarrestado con otro órdago lanzado en unas declaraciones al diario Marca: «voy a liquidar el club, que el Extremadura desaparezca», que no han hecho otra cosa que echar más gasolina al incendio declarado en el seno del club azulgrana. Vamos por partes.

La situación del Extremadura es límite. El club acaba de entrar en concurso de acreedores y adeuda dos mensualidades a jugadores, cuerpo técnico y trabajadores, más algunas primas más. La situación concursal bloquea las cuentas y el dinero prometido por la directiva a los jugadores no ha llegado, motivo por el que el plantel ha emitido un duro comunicado a través de AFE.

En dicho comunicado especifican que «ni la actual junta directiva del club ni la que estaba antes han sido capaces de pagar al día las nóminas de los futbolistas e integrantes del cuerpo técnico en lo que llevamos de temporada. Parece, además, que tampoco ahora nos van a poner al día, tal y como se nos transmitió varios meses atrás, con el evidente riesgo de liquidación del club y las consiguientes sanciones federativas que pueda acarrear dicho desenlace», puntualizan.

De la misma manera, señalan que han acudido a más de diez reuniones con la junta directiva de Manuel Franganillo y su equipo, así como con la actual que lidera Zoran Vekic, pero las soluciones no han llegado. «Franganillo se comprometió a solucionar la situación del club y poner al día a jugadores, cuerpo técnico y trabajadores, pero nunca ha llegado ese día», recalcan.

La plantilla ha desvelado algunas situaciones como el hecho de ver a compañeros quedarse sin ficha, entrenar en campos sin hierba, jugadores que han tenido que pagar de su bolsillo las pruebas médicas o afrontar partidos de competición con solo 12 profesionales. También especifican en el comunicado que hay jugadores que han tenido que verse obligados a prestar dinero a otros «para comer y cubrir sus necesidades más básicas», además de otros problemas que impiden un funcionamiento normal de un club de fútbol.

En el comunicado también se detalla que el club no ha podido contratar jugadores porque tiene más de 17 denuncias por impagos de la temporada pasada. «No sabemos dónde está el dinero de la ayuda del descenso, que debería haber servido para dar estabilidad al club esta temporada. Es algo que no entendemos».

El escrito, que ha sido durísimo contra los actuales responsables del Extremadura UD, pide «que dejen de engañarnos, cumplan con su palabra y paguen todo lo que nos deben hasta la fecha a trabajadores del club, cuerpo técnico, fisioterapeutas y futbolistas. No aceptamos que se pongan parches, hay personas que necesitan ya el dinero que se les adeuda para afrontar su vida cotidiana». Añade que «nos jugamos muchas cosas en estos próximos tres partidos que debemos afrontar, prácticamente el futuro del club, y no podemos seguir aguantando más mentiras porque la situación llegó a su límite».

Los jugadores e integrantes del cuerpo técnico del Extremadura aseguran que seguirán defendiendo la camiseta «con absoluta profesionalidad. La historia del club y su fiel afición están por encima de todo».

Franganillo

Varios medios locales y regionales han tratado ponerse en contacto con la directiva del Extremadura a través de los canales de prensa, pero por sorpresa ha sido el propio Franganillo el que ha incendiado más la obra con unas declaraciones en Marca: «tengo el cien por cien de las acciones y voy a llevar al club a la liquidación, que el Extremadura desaparezca. Es por el bien de mi familia, es lo más correcto que pase esto».

Desde el entorno del club consideran que es un calentón más del presidente del Extremadura, ya que el concurso de acreedores nada más acaba de empezar. De hecho, la noticia ha dejado helados a la parte de Rober y Vekic.

Franganillo también ha dicho que «me ha fallado gente del club. He perdido la ilusión por un club que fundé en 2007. Les di mi palabra a los jugadores y la he incumplido por dos días. Hoy les iba a ingresar el dinero. Automáticamente, no quiero saber nada de fútbol». Y ha sentenciado sobre el futuro del club: «no quiero ni venderlo. Que desaparezca».

Parece claro que no hay mucho sentido común en el rumbo que toma el Extremadura, una decisión que va cambiando cada día. A bandazos limpios.