Aceitunas Fragata Morón: Javi Marín (16), Ted Hinnenkamp (6), Taylor Cameron (3), Jesús Chagoyen (11) y Cheick Conde (16) -cinco inicial-, Álex Fierro (2), José Jiménez (13), José Antonio Marco (15), Tomeu Rigo (11), Álex Rodríguez (4) y Waly Niang (7).

3Extremadura Plasencia: Adrián Fuentes (10), Fernando Sierra (12), Pablo Bayle (-), Mario Álvarez (17), Seydou Aboubacar (19) -cinco inicial-, Robert Valge (2), Miguel Martínez (5), Álex Galán (4) y Richard Peters (2).

3Marcador por cuartos: 24-19, 52-32 -descanso-, 78-48 y 104-71.

3Árbitro: Morales García-Alcaide y Villanueva Tena. Sin eliminados.

3Pabellón: Alameda.

3Espectadores: 300.

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Se preveía mucha más igualdad en el partido que enfrentaba a Aceitunas Fragata Morón y Extremadura Plasencia, dos rivales directos en la parte alta de la clasificatoria que estaban empatados, pero al final los extremeños se descolgaron con uno de los partidos más flojos de toda la temporada y sucumbieron de forma muy clara (104-71) y sin apenas oponer resistencia a un equipo sevillano que prácticamente sentenció el resultado en la primera parte.

Los locales saltaron a pista mucho mejor que los visitantes y gracias a su alto porcentaje de acierto en el tiro, especialmente de un motivado Javi Marín, colocaron rápidamente un parcial de 13-6 que obligó al banquillo extremeño a parar el partido. De vuelta a pista el Plasencia defendería mucho mejor y eso, más el poderío de Sierra en el rebote bajo canasta, redujeron la distancia a la mínima expresión, 14-13 a menos de tres para el final. Todo cambiaría en ese tramo final tras un nuevo parón técnico. El duelo se aceleró como nunca antes y la grada pudo disfrutar de un intenso intercambio de golpes con los locales Rigo y Jiménez muy enchufados, que sin embargo fueron contrarestados con la eficacia visitante desde los tiros libres, 24-19.

En el segundo cuarto los de Carlos Díaz volvieron a ser más seguros en defensa, pero entonces apareció el tirador local José Antonio Marco, ex del Cáceres, para dinamitar el resultado desde más allá de la línea de tres puntos abriendo muy rápido la brecha favorable hasta la decena de puntos. La diferencia de diez no aumentaba ni bajaba, hasta que de nuevo en la fase final del periodo los locales volvían a tomar mejores decisiones y sacaban mayor partido para conseguir una ventaja más que reseñable a la llegada del tiempo de descanso (52-32).

No quedaba otra que hacer un gran tercer cuarto para tener opciones de victoria, pero a la vuelta de vestuario lo que se vio es un equipo con muchas dudas ofensivas y que además ahora incluso tenía bastantes problemas en el rebote. La diferencia para los locales aumentó 78-48. En el último parcial, con todo ya sentenciado, el partido fue solo un intembio de golpes.