No solo el deporte profesional es capaz de encandilar a los aficionados y ofrecer duelos de interés. Buena muestra de ello fue ayer la primera jornada de la fase intersector zona sur del campeonato nacional cadete de baloncesto, en el que participan el Plasencia ABM, Badajoz, IBSA Gran Canaria, Caja San Fernando, Granada, Tenerife, Arona Basket y Unicaja.

El debut del anfitrión tuvo lugar en el último partido de la jornada, y acaparó la anteción de numeroso público. Antes, hubo tiempo de ver las apuradas victorias del Tenerife ante el Granada por 61 a 69 y del Arona ante el Caja San Fernando por 72 a 70. El Badajoz tuvo mala fortuna al enfrentarse contra uno de los equipos más potentes, el Gran Canaria, que hizo valer su superioridad física --uno de sus jugadores mide 2,12 metros-- para vencer por 98 a 50.

El aliciente de la tarde estuvo en ver si el Plasencia daría la talla ante Unicaja, que cuenta en sus filas con dos de los hijos del mítico Arvydas Sabonis, Tautvydas --1,92-- y Zygimantas --1,87--. La expectación fue tal que acaparó la atención del nuevo entrenador del conjunto placentino, Juan Pablo Márquez, que presenció el duelo en compañía del presidente del club, Antonio Martín Oncina.

Y no salieron defraudados, puesto que los cadetes del Plasencia jugaron un buen partido, en especial Mario Alvarez y Alejandro Cano, dos de las perlas de la cantera placentina, que con solo 16 años dieron muestas de su entrega y calidad. Además, la defensa planteada por el técnico Roberto Blanco hizo que los placentinos aguantaran en el encuentro durante 30 minutos, aunque al final los andaluces se impusieron por 55-70.