A partir de las 21.00 horas de hoy el Plasencia afronta un nuevo reto, las eliminatorias por el ascenso a la LEB-1, y lo hace a lo grande, como campeón de la fase regular, frente al Cornellá. Atrás quedan las incesantes galopadas de Carles Canals, los triples de Fran Robles y Juanmi Morales, las batallas bajo los aros de Otero o Javi Pérez. Capítulo aparte merece el veteranísimo Jiri Okac, que podría vivir su segundo éxito en Extremadura tras subir con el Cáceres hace once años.

Todos son partícipes de una aventura en la que el gran artífice es el entrenador, Ñete Bohigas. Con uno de los presupuestos más bajos, y con una primera premisa que no era otra que la de mantener la categoría, ha sabido aunar un equipo confeccionado entre la experiencia y la juventud de sus jugadores, con un acierto pleno en todos sus fichajes. Junto con la plantilla, el presidente, Antonio Martín Oncina, ha hecho un alarde de buena gestión y se han conseguido logros impensables, como ser finalista de la Copa LEB-2 tras organizarla con éxito.

La clave, según Bohigas, ha sido afrontar la competición con humildad, con trabajo y con la base de un grupo humano que día a día ha ido creyendo en sus posibilidades.

La directiva no va a escatimar esfuerzos ante un posible ascenso. "Se buscaría el dinero hasta debajo de las piedras si hace falta", argumenta el presidente.

El primer rival es complicado: el Cornellá ya ganó en Plasencia en la primera vuelta y ha terminado octavo de la liga regular. El segundo partido también se disputará en Plasencia, el sábado. Después espera el ganador del Aracena-Gandía.