Partido con mucho en juego para el Plasencia Extremadura es que juega esta tarde (18.30 horas) en La Bombonera ante el Zornotza, tercer clasificado.

Los extremeños están ahora a dos victorias de la sexta plaza, con tan cuatro jornadas para terminar la primera fase, por lo que ganar se convierte en una obligación para seguir aspirando a meterse entre los mejores. Es un duelo con aroma de final.

Para el técnico local Rafa Sanz su rival, al que ya ganó en la primera vuelta, no será el mismo equipo. «Se han reforzado. Son muy físicos y buenos en el uno contra uno».

La semana ha sido complicada, ya que Medina y Duane Morgan prácticamente no han entrenado debido a sendos esguinces, aunque se espera que ambos puedan estar. Esta circunstancia y el hecho de tener tan diez fichas tras la marcha de Tomasevic impiden una preparación compensada. Sanz señaló que «nadie de la entidad me ha comunicado nada ni me han dicho que busque jugadores. Entiendo que si no me dicen nada, supongo por tanto que no quieren hacerlo o que no pueden hacerlo. Mi obligación es entrenar con los jugadores que hay disponibles. Es un hándicap. Si no me dicen que busque a nadie, ¿yo qué hago? No quiero lanzar mensajes a través de los medios, porque ya sabe todo el mundo cuáles son nuestras circunstancias”.

Se arrepiente el técnico de haberse puesto como meta meterse en el grupo del ascenso: «Asumo mi error de haber marcado un objetivo tan alto y además yo solo. No noto en el entorno un ambiente acorde con el esfuerzo que está haciendo el equipo. No percibo una ilusión, una motivación y una emoción demasiado grande». No concretó a qué se refería con «entorno» y consideró que está siendo una temporada «de mucha dignidad, siendo competitivos y altamente reconocibles en el estilo de juego. Estoy muy orgulloso del equipo, a pesar de no tener los medios de otros. Llevamos ocho victorias y damos la cara siempre».