El Plasencia Galco abre esta noche la décima jornada de la Liga LEB. Lo hace en su pabellón ante el Ciudad de Huelva a partir de las 20.30 horas. El encuentro se presenta complicado para el conjunto extremeño ante un equipo que, aunque llega después de perder en casa ante el León (68-80), está siendo uno de los más regulares.

El balance es claramente favorable a los visitantes, ya que mientras que los locales acreditan 4 victorias y 5 derrotas, el Huelva va 6-3. El objetivo de los placentinos es de nuevo equilibrar su trayectoria, basándose en obtener cada vez una mayor fortaleza en casa. De hecho, se han anotado los dos últimos partidos jugados en su pabellón, ante CAI Zaragoza y Cantabria.

ENRABIETADOS El conjunto de Dani García parte con confianza mientras intenta digerir la derrota por dos puntos en la cancha del Valls el pasado viernes (72-70). "Son partidos que se pelean hasta el final. Estamos demostrando que con todos los equipos estamos ahí. La suerte o la falta de ella está decidiendo", reflexiona el técnico, que, en principio, cuenta con todos sus jugadores en buenas condiciones físicas para el choque ante los andaluces.

Respecto al balance que lleva su equipo, García estima que "es bueno. Sabemos quiénes somos, dónde estamos y a quién nos enfrentamos".

Sobre el Huelva, lo define como "otro gran equipo de primer nivel que está ahí arriba por méritos propios".

El rival llegará con las bajas por lesión del alero Jon Kortaberría y el pívot Antonio Morón. Esto dará más minutos a los dos exjugadores del Plasencia que están en su plantilla: Isaac López --máximo anotador nacional la pasada temporada en la LEB-- y Miguel Angel Beltrán, que apenas está disponiendo de protagonismo.

"Se avecinan unas jornadas difíciles, pero el calendario dictamina que hay que jugar contra todos", avanza Dani García, que confía en seguir sumando para amarrar lo antes posible la permanencia. Para ello se espera una mejor aportación de jugadores como Cuthbert Victor, que el viernes en Valls solamente llegó a los cinco puntos. También está por ver si el tecnico rota más el banquillo.