La UP Plasencia podría jugar la próxima temporada en el Grupo IV de Segunda División B. La puerta se ha abierto con la renuncia a su plaza del Lorca FC y en el equipo extremeño no disgusta la opción. No es el único aspirante. También quiere ocupar esa vacante el Yeclano. Y en esa pugna surge una duda jurídica que entre hoy y mañana tendrá que resolver la Federación Española de Fútbol, que reúne este martes a su Asamblea General. También podría solicitar esa plaza el Mérida, por lo que el lío está servido.

Para la resolución de este conflicto de intereses se aplicarán los artículos 194 y 197 del Reglamente de la Federación Española de Fútbol. De la interpretación del primero depende la solución, pues en este dilema la duda jurídica para por la territorialidad. Cierto es que en el apartado 3.a que el derecho a ocupar la vacante sería para «el equipo de Tercera División de la misma Federación de ámbito autonómico a la que pertenezca el equipo descendido por impago», pero en el caso del Lorca no hay impagos, hay una renuncia por deseo expreso del propietario del club.

La Federación Española podría decidir aplicar el criterio de territorialidad atendiendo a la ‘cobertura’ del Grupo IV, donde además de estar los equipos murcianos, también están los extremeños (Villanovense, Badajoz y Don Benito). Es en este punto donde entraría el artículo 197, que otorgaría el derecho al equipo que con mayor puntuación no hubiere obtenido el ascenso. Esa puntuación se aplicaría teniendo en cuenta también los partidos del play off, por eso a pesar de que el Cacereño quedó por encima de la UPP en la liga, con un punto de ventaja, a los placentinos les fue ‘mejor’ en la fase de ascenso con dos victorias, un empate y una derrota. Eso serían siete puntos, por solo cuatro que sumó el Cacereño (una victoria, un empate y dos derrotas).

La idea de jugar en Segunda B no disgusta en Plasencia. Lo reconoce Luismi, «aunque hablo como aficionado, esta ciudad se lo merece, habría que aprovechar esta oportunidad». La UPP inicia hoy la pretemporada y Luismi dirigirá su primera sesión de entrenamiento tras colgar la botas («una decisión difícil, me ha costado dar el paso», confiesa). A sus órdenes tendrá esta mañana (hay triple sesión hoy) a 20-21 jugadores entre confirmados, juveniles y futbolistas a prueba. Faltan seis o siete por llegar, pero todas las operaciones se han paralizado en el conjunto placentino a la espera de saber definitivamente en qué categoría juega. «Si al final subimos a Segunda B habría que hablar muchas cosas, tendríamos que trabajar muy deprisa», añade Luismi.