PLASENCIA GALCO: Mark Zoller (11), Rubén Ibeas (17), Dominick Martín (12), Mario Fernándes (11) y Jason Blair (20) -cinco inicial- Juliá Garrote (0), Quique Suárez (16), Nacho Fort (0) y Miguel Angel Conejero (2)

FARHO GIJON: Adrián García (14), Peter Rajniak (0), Kieser (2), Rubén Suárez (4) y Gunnarsson (12) - cinco inicial - Chus Pineda (20), José María Balmón (26), Brandon Wolfram (6) y Sergio Alonso (0)

MARCADOR POR CUARTOS: 16-15, 38-35 (descanso), 61-61 y 89-84 (final)

ARBITROS: A. Albacete y J. Vázquez, Eliminaron a Ibeas (min.39) y Adrián García (39).

Si de sabios es reconocer errores, Plasencia se llenó de sabiduría en el Multiusos cacereño, porque anoche los locales supieron en todo momento que para ganar en este deporte se necesita de la complicidad y del sentido de la colectividad. La victoria ante el Gijón fue la del colectivo, la del coraje y la del sentimiento de grupo.

Las bajas asturianas no restan un ápice de credibilidad a la superioridad placentina ya que Juan Pablo Márquez supo encontrar el equilibrio buscado y a diferencia de otras ocasiones nunca hubo lagunas de las que lamentarse.

El tramo inicial fue titubeante ya que Plasencia en los primeros cinco minutos tan sólo anotó dos puntos (2-9). Las decisiones arbitrales en contra fueron el detonante para que la afición despertara y con ella el equipo que comenzó a encontrar el rumbo necesario para acabar el primer cuarto un punto por encima (16-15).

Se invitó entonces a Balmón, que debutaba con su equipo y que realizó un partido espectacular, (26 puntos y 4 triples de 4), que acompañado por otro ex, Adrián García conseguían que Plasencia nunca se marchara, pero la entrada de Suárez fue providencial para mantenerse a flote. Al descanso se llegaría con el resultado de 38-35.

GRANDES MOMENTOS La vuelta a la cancha fue un espectáculo en estado puro ya que los triples de Pineda eran respondidos por Blair y los de Balmón por Ibeas y por Zoller, pero sería un tapón de Conejero a Wolfram lo que convencería al equipo de que todos juntos y en solidaridad ganar estaba más cerca, aunque Balmón se empeñara una y otra vez en poner obstáculos, ya que un triple suyo sobre la bocina dejó en empate a 61 al final del tercer cuarto.

La parte final fue la más jugosa, Suárez fue un estilete que se infiltró en las trincheras asturianas, Mario Fernandes fue el timonel que nunca perdió el rumbo, Ibeas puso el carácter, Martín la potencia y Blair supo hacer caja en cada rincón del parqué para ser al final el más valorado. Márquez anoche como general dio un salto que le liberó y con él saltó toda la afición que se ayer se citó en las gradas de La Bombonera .