No es para tirar cohetes, pero al menos España estrenó ayer su lista de medallas en los Juegos de Atenas. Tarde, como sucedió hace cuatro años en Sydney, pero el equipo logró por fin arrancar, en el tercer día de competiciones, la primera sonrisa de felicidad. España, que parecía no poder ganar una medalla ni a tiros, echó mano de la escopeta de María Quintanal, una bilbaína de 34 años afincada en Las Palmas, para inaugurar su cuenta y apaciguar el creciente nerviosismo que se está instalando en la delegación.

DISTINTOS TIROS María Quintanal no sólo rompió más platos que nadie en el foso olímpico, a excepción de la australiana Suzanne Balogh, sino que truncó una mala racha que ya era alarmante y que por la tarde, después del paréntesis jubiloso del campo de tiro, prosiguió como si nada hubiera pasado. España sólo va tirando en estos Juegos.

La abanderada Isabel Fernández, en judo, y la nadadora Nina Jivanevskaia, en 100 metros espalda, se vieron incapaces de repetir sus medallas de Sydney 2000 y bajaron varios peldaños. Ellas dos fueron, hace cuatro años, las que rompieron el hielo con un oro y un bronce, respectivamente, también en el tercer día de Juegos. Curiosamente, mientras una sorprendente Quintanal (favorita en doble trap, pero no en la modalidad de un solo plato) daba en la diana, a Isabel y Nina les salía el tiro por la culata.

La judoca repitió la maldición de los días anteriores de sus colegas Oscar Peñas y Kenji Uematsu y perdió el último combate, el que le podía dar uno de los dos bronces en juego, quedando relegada así a la quinta posición. La misma que ocupó la nadadora, que no pudo remontar el retraso acumulado en los primeros 50 metros pese a su excelente reacción en el último largo. Nina nadó en negativo, como suele hacerlo, y el resultado fue igualmente malo.

A excepción del plato de plata de Quintanal, España sigue sin entonarse en Atenas. En tres días ya se le ha mojado mucha pólvora y los nervios afloran en la guarnición. Algunos de los cartuchos que prometían estallar con fuerza han resultado ser de fogueo. En tres días se ha quemado ya mucha munición y cada vez va quedando menos de repuesto. En ese inicio de torneo ya se han producido varios gatillazos de consideración. El ciclismo en ruta rodó por los suelos con Freire, Igor Astarloa y Valverde, tres contrastados medallistas

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