DEPORTIVO: Aouate; Manuel Pablo, Adrián López ´Piscu´, Coloccini, Filipe Luis; Juan Rodríguez (Riki; m.63), Sergio, De Guzmán, Guardado (Cristian; m.73); Verdú y Xisco (Bodipo; m.63).

VALENCIA: Cañizares; Miguel, Albiol, Helguera, Moretti; Albelda, Baraja; Joaquín (Arizmendi; m.76), Silva, Gavilán (Angulo; m.64); y Morientes (Zigic; m.81).

GOLES: 0-1; m.10, Joaquín (p). 0-2; m.16, Baraja. 1-2; m.29, Xisco. 1-3; m.38, Morientes. 1-4; m.73, Morientes. 2-4; m.88, Bodipo.

ARBITRO: Turienzo Alvarez (castellano-leonés). Expulsó a Iván Helguera (m.92), por doble amarilla. Amarilla a Guardado (m.38) y a Manuel Pablo (m.45) por parte del Deportivo.

El Valencia confirmó en Riazor su extraordinario momento lejos del estadio de Mestalla, sumó el cuarto triunfo de la temporada como visitante y endosó un nuevo mazazo al Deportivo de La Coruña ante la afición gallega. Más de una década después del penalti de Djukic, la rivalidad entre coruñeses y valencianos se mantiene, aunque ya no son aquellos duelos reñidos de no hace muchos años porque el potencial del Deportivo no es el mismo.

Y eso que los jugadores de Miguel Angel Lotina salieron con ganas, motivados por la victoria ante el Sevilla antes del parón del campeonato por los compromisos de la selección, pero la contención del Valencia evitó que las primeras acometidas sobre el área del reaparecido Cañizares tuvieran efecto positivo para los gallegos. Los levantinos llegaron a Riazor con la estadística a su favor, con el expediente limpio fuera de casa y conscientes de la necesidad que tenían los coruñeses de conseguir un buen resultado ante su público, que sólo ha visto una victoria hasta el momento. Para el Valencia era cuestión de paciencia y en diez minutos allanó el camino.