Miles de atenienses han llenado la plaza Syntagma de paquetes con comida y artículos de primera necesidad, en respuesta a un llamamiento de ayuda para hacer frente al empeoramiento de las condiciones de los refugiados atrapados en Grecia tras el cierre de lasfronteras de la ruta balcánica.

La Red de Solidaridad Social, una plataforma ciudadana creada ante la crítica situación del país, convocó a los vecinos de Atenas a llevar elementos muy concretos, como medicamentos, comida no perecedera, sacos de dormir o pañales para paliar la emergencia que se vive en el país.

"Es la primera vez que participo en una acción de este tipo. Me enteré por las redes sociales de que estaban buscando voluntarios y me vine inmediatamente", explica Lulia, una de las muchas personas que se han apuntado a este llamamiento.

Los voluntarios apenas dan abasto para meter en cajas todo lo que les llega. Algunos ciudadanos llegan con sacos repletos de ropa, algo que no figuraba en la lista de peticiones colgada en internet y difundida por las radios locales.

ROPA INFANTIL

"No, por favor, no nos traigan ropa, solo si es ropa infantil. Todo lo que no viene en la lista de necesidades tienen que volver a llevárselo", grita uno de los coordinadores a una mujer que acaba de traer varios sacos de ropa, intentando poner orden a este caos cargado de buenas voluntades.

Espaguetis, galletas, té, leche en polvo para bebés, artículos higiénicos y medicamentos son algunos de los productos de primera necesidad que más urgen en estos momentos en el puerto del Pireo, convertido en un campamento improvisado, donde más de 3.000 personas esperan a ser trasladadas a algún centro de acogida o hacia la frontera con Macedonia.

No se trata de un día insólito. Grecia ha demostrado hasta ahora su cara solidaria en muchas ocasiones, e imágenes como las de abuelas dando el biberón al bebé de una pareja de refugiados han valido a los ciudadanos de las islas del Egeo una nominación para el premio Nobel de la Paz.

El primer ministro griego, Alexis Tsipras, ha recalcado en un discurso ante el comité central de su partido, Syriza, que Grecia seguirá siendo solidaria con los refugiados, no porque lo exijan las convenciones internacionales y europeas, sino porque así "lo exige" la cultura griega.

Posiblemente el hecho de que muchos ciudadanos hayan vivido en carne propia lo que significa ser refugiado, tras el éxodo masivo durante la guerra greco-turca a principios del siglo XX, ha impedido que se impongan hasta ahora las voces extremistas, a pesar de que en este país existe un partido neonazi, manifiestamente xenófobo, con representación parlamentaria, Amanecer Dorado.

Tras el cierre de las fronteras de los países de la ruta de los Balcanes se encuentran bloqueados en Grecia unos 33.000 migrantes y refugiados, según fuentes oficiales.

ESTADO DE EMERGENCIA

Lo recaudado será llevado por voluntarios al puerto del Pireo, al que cada día llegan un millar de personas procedentes de las islas del Egeo, y al centro de acogida de Ellinikón, donde ayer comenzaron a trasladar a los centenares que malvivían en la plaza Victoria, en el centro de Atenas.

Mientras tanto, la situación en el resto del país también se agrava, sobre todo en el norte, donde el campamento fronterizo de Idomeni acoge como puede a unas 14.000 personas, más de 11.000 por encima de su capacidad.

A la vista de la "crisis humanitaria" que ha estallado en las comarcas fronterizas, el gobernador de la región de Macedonia Central, Apóstolos Tsitsikostas, ha pedido al Gobierno que declare el estado de emergencia en su zona.

El comisario de Migraciones de la Unión Europea, Dimitris Avramopulos, ha advertido de que a finales de mes podrían quedar atrapados en Grecia unos 100.000 migrantes