Necesitamos estar unidos, no tener diferentes objetivos, se quejaba Mauricio Pochettino este martes después de caer eliminado en la Carabao Cup por el modesto Colchester United. El Tottenham falló en los penaltis después de empatar a cero y el argentino reconoció que la situación del equipo es inestable. Eliminados de la Copa, a 10 puntos del líder de la Premier después de solo seis jornadas y con cuatro victorias en los últimos 17 encuentros, la situación de Pochettino es de las más delicadas desde que entrena en Inglaterra.

La derrota ante el Colchester, 10 en League Two, la equivalente a la Tercera División española, es el síntoma de un malestar más profundo. El Tottenham ha pasado de ser un equipo cohesionado cerca los grandes trofeos, a perder de repente todo su carácter. El equipo no ha sido el mismo desde la derrota en la final de la Champions ante el Liverpool y la actitud sombría e incluso la imagen cada vez más deteriorada de Pochettino solo aumentan la sensación de inquietud dentro y fuera del campo.

TRANSICIÓN DIFÍCIL

Al apostar por la estabilidad para mantener los que están, el Tottenham ha creado inestabilidad y después de no incorporar jugadores en dos ventanas de fichajes y sin desarrollar la plantilla, el equipo se enfrenta ahora a un período transición difícil. Hay demasiados hombres imprescindibles y el colectivo no es lo suficientemente poderoso como para lidiar con los ausentes.

Tantos componentes indispensables dificultan la evolución del conjunto. ¿Cómo, o de hecho cuándo, se integrarán los nuevos fichajes Lo Celso y Ryan Sessegnon si su presencia debilita el equipo? Precisamente la flexibilidad de la plantilla siempre fue una característica distintiva del Tottenham de Pochettino, algo que ahora ha perdido y le ha afectado en su identidad.

La idea futbolística de los Spurs ha evolucionado, siendo un conjunto más de contraataque que en años anteriores, pero a la práctica es difícil determinar exactamente qué quiere ser. La intensa presión que los había convertido en singulares ya no existe y, sin ir más lejos, esta temporada es el 17 mejor equipo en recuperar balones en el último tercio del campo.

LA FRUSTRACIÓN DEL MÍSTER

Antes de la eliminación de Copa, los Spurs ya desperdiciaron ventajas cómodas tanto en la Champions como en la Liga. Debilidades propias de los inicios de Pochettino en el Tottenham y que parecían haber quedado enterradas el pasado. Sabemos que el míster está frustrado, cometemos los mismos errores que cuanto llegó hace cinco años; no somos tan jóvenes como antes, reconoce Harry Kane.

Pochettino pide tiempo para estabilizar el equipo, adaptar las nuevas piezas y reacomodar hombres como Eriksen, Alderweireld o Vertonghen, que hace pocas semanas parecían estar más fuera que dentro y encaran su último año de contrato. Necesitamos recuperar esta conexión, esta energía para remar todos juntos, necesitamos tiempo nuevamente para construir esa unión, agregó.

Con dos meses de temporada aún es demasiado pronto para determinar que la dirección y el espíritu de equipo han desaparecido por completo, pero la confianza en el argentino está disminuyendo. Pochettino también ha sido objeto de especulaciones que lo vinculan con el Real Madrid y más recientemente con el Manchester United. Los corredores de apuestas lo colocan como uno de los favoritos para ser el próximo entrenador en dejar su puesto y, aunque despedirlo podría parecer absurdo, lo cierto es que las aguas empiezan a estar revueltas en el Tottenham.