La policía alemana ha practicado 67 detenciones tras la inauguración del Mundial de fútbol de Alemania. Más de 2.800 policías de Múnich y de la vecina región de Baviera han vigilado a pie, a caballo y desde los helicópteros las áreas urbanas, el estadio donde se desarrolló el partido de apertura entre Alemania y Costa Rica, y las cervecerías, lugares típicos de reunión de los fanáticos.La mayoría de los arrestos practicados por la policía de Múnich se deben a delitos menores, como el robo de billeteras. El incidente más serio ha sido el ataque de dos alemanes a un hombre que portaba una bandera de Dinamarca y que acabó con una costilla rota.Los ataques xenófobos han sido las principales preocupaciones desde la víspera de la inauguración del evento deportivo más popular del mundo. Provocaciones ultrasHoras antes del espectáculo inaugural, la policía de Múnich tuvo que retirar de un puente una bandera de la Copa Mundial con esvásticas. En Berlín, las autoridades allanaron la sede de un partido de extrema derecha, confiscando cerca de 3.000 guías sobre el acontecimiento deportivo escritas con proclamas racistas.Dentro del estadio de Múnich se registró una completa tranquilidad, con una intensa presencia de seguridad. Las autoridades revisaron bolsillos, bolsas y hasta billeteras, y confiscaron cientos de botellas, astas de banderas y cámaras de vídeo que los asistentes pudieron recoger al final de la jornada.