Porque los sueños, dicen, están para cumplirse. Cartagena ya quedará para siempre en el corazón de los almendralejenses que volvieron a derribar la puerta del fútbol profesional en el Cartagonova después de que el fútbol extremeño llevara huérfano de élite desde hacía 16 años. Un equipo repleto de guerreros, gente noble y brava que han sabido identificarse con la filosofía humilde, trabajadora e ilusionante de un pueblo que no conoce fronteras en el fútbol. Tenía que ser Almendralejo, de apenas 35.000 habitante, la que derribara de nuevo este muro para llevar a la región a una liga cuyo carácter mediático se ha multiplicado en los últimos años.

Al Extremadura le valía marcar y dejar tiritando la eliminatoria o, directamente, no encajar. Y optó por lo segundo. Estuvo en defensa inconmensurable en todas sus líneas. El Cartagena sólo empujó con corazón porque el físico apenas le alcanzó media hora. Lo sabía el Extremadura. Y lo sabía su cabeza pensante, Juan Sabas, un entrenador que acaba de escribir una obra de arte. Llegó fuera del playoff, después de ser despedido a inicios de temporada. Coló al Extremadura en Fase de Ascenso y ahora lo sube ganándole a dos campeones y un Fabril que era medio campeón también.

El Cartagena apenas inmutó la portería del Extremadura en la primera mitad. De hecho, lo más destacado, fue un zapatazo de Enric Gallego que se marchó rozando la cruceta.

La única gran ocasión del Cartagena la progatonizó Ruibal, pero Manu García, en el mano a mano, estuvo excelso.

En la segunda parte, el Extremadura echó cemento a la defensa y el Cartagena se estampó una y otra vez contra su muro. Cierto es que tuvo un arreón muy peligroso para igualar la eliminatoria, pero la santísima Virgen de la Piedad y el enorme oficio de este puñado de valientes impidieron el empate.

En los minutos finales, el Extremadura desquició al Cartagena con gran personalidad. Decidió tomar la pelota. Zarfino, Kike Márquez y Barrera dieron una exhibición de fútbol control que descontroló al Cartagena que, incluso, en el descuento vio como se quedó con nueve jugadores por dos expulsiones clamorosas de Rubén Cruz y Chavero, ambas tras propinar sendas patadas a dos jugadores azulgranas. El árbitro demoró el partido más de lo previsto, hasta el minuto 103, pero no había remedio, el Extremadura ya había asaltado la magia que sólo esos clubes modestos y trabajadores logran alcanzar cuando reúnen tras de sí un volcán de ilusiones.

El Extremadura es equipo de Segunda División. O de Liga 123, llámenlo como quieran. Es un equipo que se acaba de colar entre la élite de los mejores de España. El club, la ciudad y su afición, un auténtico corazón unido en las grandes batallas.

Almendralejo, como antaño, volvió a echarse a la calle para celebrar un hito histórico. Había soñado con volver a volver... en alguna ocasión. Y saben, a veces, los sueños, si los deseas con fuerza, se cumplen.

CARTAGENA 0

EXTREMADURA 0

3Árbitro: Soto Grado (Rioja). Amonestó a Benito, Gaspar y Hugo. Expulsó con roja directa a Gaspar y Chavero. Por el Extremadura amonestó a Pardo, Borja, Enric y Valverde.

3Estadio: Cartagonova.

3Espectadores: 13.000.

3Cartegena: Pau Torres, Óscar, Jesús Álvaro, Zabaco, Mejías, Benito (Rubén Cruz, min.61), Owusu (Hugo Rodríguez, min.46), Chavero, Aketxe, Ruibal, Gaspar (Moussa, min.65).

3Extremadura: Manu García, Alex Díez, Pardo, Borja, Aitor, Barrera (Fran Miranda, min.89), Jairo (Jesús Rubio, min.82), Zarfino, Enric, Kike Márquez, Valverde (Willy, min.75).