La selección española pone en juego hoy el crédito y la imagen del país en un partido trascendental y repleto de vértigo. Desde el año 92, fecha en la que el equipo de todos quedó fuera de la Eurocopa de Suecia, la selección ha estado presente siempre en las grandes citas: Eurocopas, Mundiales y Juegos Olímpicos. Nunca ha fallado.

Once años en los que el fútbol español ha puesto su techo en los cuartos de final de cada torneo de enjundia. Esta tarde, después de pasearse muchos años en las fases previas, se encuentra con un partido atípico, extraño, incómodo y un rival, Noruega, que no apuesta nunca por la estética de este deporte.

Con mucho frío, bajo cero en las últimas horas y un campo que ayer amanecía cubierto de nieve, aunque con la promesa de ver la calefacción del césped enchufada según los empleados del funcional Ullevaal Stadium, España quiere demostrar, cuentan sus futbolistas en privado, que Noruega no puede tener tanta suerte en su vida. Una vez vale, dos también, pero tres veces con la fortuna de aliado es un argumento que no puede sostenerse en el mundo real.

Iñaki Sáez está obligado a cambiar por la baja de Marchena. Con tanto jugador apercibido, sabía que alguno se iba a caer del cartel. Y siendo defensa central, con más opciones aún de salir del grupo. El más cerebral el sábado en Mestalla fue Iván Helguera. Agarrado por detrás en el gol de Iversen, el cuerpo le pedía guerra para poner a caldo al árbitro, el inglés Graham Poll, pero enseguida pensó que tenía una amarilla, contó hasta tres en alto y se ahorró una amonestación que sí podría haber inquietado un poco más si cabe al seleccionador.

El sentir general de los españoles es que Noruega no va a cambiar los conceptos de su juego. Van a seguir buscando acciones a balón parado, contras, prolongaciones por arriba en el área, por lo que el nivel de concentración debe de ser máximo en la zaga.

ALREDEDOR DE IKER Iker Casillas vuelve a ser referencia en Noruega. Si un día ya le sacaron del colegio para viajar con el Real Madrid a Trondheim en el 98 para jugar Liga de Campeones contra el Rosenborg cuando era más crío, hoy sabe que su presencia puede ser también decisiva. Padece un golpe en el muslo izquierdo, pero en principio no parece que le pueda borrar del envite. En la ida ganó España 2-1, por lo que un empate a cero le valdría para sacar su billete y ayudar así a una organización de la Eurocopa como la de Portugal que espera como agua de mayo el triunfo español.

Noruega se presenta con dos bajas, una de ellas muy sensible. Henning Berg, 34 años, y capitán del equipo se pierde el partido del año en Oslo. La sanción también le llegó a él por acumulación de amonestaciones.

Los dos equipos han ensayado incluso el lanzamiento de penaltis. Si hubiera empate en la eliminatoria al término de los 90 minutos se daría paso a un tiempo suplementario con la entrada en vigor del gol de plata .