El pívot jamaiquino, Deandre Ayton, seleccionado con el número uno por los Suns de Phoenix en el sorteo universitario del 2018, ha sido sancionado con 25 partidos de suspensión tras dar positivo con un diurético. El jugador estaba llamado a ser uno de los grandes atractivos de su equipo, uno de los grandes aspirantes al título. En el primer encuentro de la temporada ya se observó la perfecta comunión que mantenía con el base catalán Ricky Rubio.

El anuncio fue hecho por la NBA, que no dio más información sobre la sustancia, pero confirmó que el jugador, de 21 años, había violando la política antidopaje que rige el convenio colectivo de la Liga. Sin embargo, aunque la suspensión de 25 partidos, que lo tritura en la primera fase de la temporada regular, parezca dura no lo es ni de largo. En Europa, en el propio baloncesto o en cualquier otra disciplina, si aparece un diurético en la orina del deportista analizado inmediatamente es castigado como mínimo con dos años de sanción. En sí, y en deportes como el baloncesto, un diurético no aporta ningún tipo de beneficio físico pero, en cambio, se ha demostrado que sirven como enmascarador o 'tapadera' de los anabolizantes que procuran un mayor rendimiento al fortalecer la masa muscular.

PIEZA CLAVE

Ayton debutó en la nueva temporada el pasado miércoles en el triunfo por 124-95 ante los Kings de Sacramento. El pívot, en su segundo año en la Liga, fue uno de los destacados en el triunfo al conseguir un doble-doble de 18 puntos, 11 rebotes y cuatro tapones, que lo dejaron líder en el juego interior.

La suspensión llega de nuevo en el momento menos oportuno para la reconstrucción del equipo cuando los directivos pensaban en Ayton como una de las piezas claves. La pasada temporada como novato solo fue superado por el alero esloveno Luka Doncic, de los Mavericks de Dallas, y el base Trae Young, de los Hawks de Atlanta.

Hasta el momento, los Suns no han querido hacer ningún comentario oficial sobre la suspensión, ni tampoco ha hablado el jugador.