El Betis se llevó un 4-0 en el Camp Nou la temporada pasada y la ambición de su nuevo entrenador, el uruguayo Gustavo Poyet (Montevideo, 1967), es olvidar aquello y salir este sábado en Barcelona con otra cara. El que fuera jugador del Zaragoza antes de marcharse al Chelsea y al Tottenham siguió luego en Inglaterra como técnico (Brighton y Sunderland), pasó por el AEK de Atenas y aterriza en Sevilla con aires innovadores.

EL 'PICHICHI' DEL VERANO

Su equipo se ha reforzado considerablemente, hay una decena de novedades, la última el exespanyolista David López (que no jugará en el Camp Nou), aunque persisten caras conocidas como las del portero, el exmadridista Adán, y los veteranos Joaquín y Rubén Castro. Precisamente el delantero canario, de 35 años, ha sido el nada oficial 'pichichi' de los equipos de la Liga durante la pretemporada. Rubén Castro ha marcado seis goles, más que nadie, y parece llegar fino al Camp Nou.

Poyet ha declarado este viernes que en el Camp Nou le gustaría "jugar bonito y tener mucho el balón", pero se resigna a su realidad de "buscar un buen resultado ante el mejor equipo del mundo".

En todo caso, Poyet espera hacer en Barcelona "lo que no hacen muchos", si bien ha puntualizado que "no sería justo acordarse del otro equipo de la ciudad", en referencia a la derrota (3-0) que el Sevilla cosechó ante en la Supercopa de España, porque "se tienen que dar muchos factores para tener opciones de ganar" en el Camp Nou.

JUGADORES "ANSIOSOS"

El técnico verdiblanco ha explicado en rueda de prensa que el "equipo tiene ganas de jugar tras lo sucedido en pretemporada", en la que el Betis no ha dado una gran imagen, y por eso considera que el feudo del "campeón es el mejor lugar para empezar" y que sus jugadores "están ansiosos" por hacerlo.