El PP y CiU fueron los dos únicos partidos que se opusieron ayer a subir los impuestos a los futbolistas extranjeros con rentas de más de 600.000 euros. Conservadores y nacionalistas coincidieron en calificar de populista y demagógica la medida aprobada por el PSOE y los grupos de IU-ERC-ICV y el Bloque Nacionalista Galego en el Congreso.

El portavoz económico del PP, Cristóbal Montoro, salió en defensa de la llamada ley Beckham, aprobada durante la etapa de gobierno del PP. En su opinión, la rebaja de la tributación fiscal de los trabajadores extranjeros se hizo con el fin de atraer a científicos, empresarios y también grandes deportistas.

El otro partido que votó en contra de la supresión de la ley Beckham fue CiU. La federación nacionalista también piensa que puede producirse una fuga de talentos.

Frente a estas tesis, y sobre todo frente a las amenazas vertidas por la Liga de Fútbol Profesional, el Gobierno y el PSOE salieron ayer en defensa de la medida. Y lo hicieron además con contundencia. El portavoz socialista en el Congreso, José Antonio Alonso, se prodigó en declaraciones para enfrentarse a los argumentos esgrimidos por la Liga. En respuesta a la tesis según la cual esta decisión puede alejar a los galácticos de la competición española, Alonso sostuvo que "España seguirá teniendo buenos jugadores de fútbol".