Villafranca: David, Gordillo (min. 57, Javi Diestre), Manu, Cano, Juan Pedro, Santi, Isaac (min. 90, Nacho), Miguel, Mariñas (min. 85, Abel Pino), Jorge y Kikoché.

Imperio: Jose, Fabio, David Mera, Nin, Pedro José, Porrino, Gabi (min. 63, Vicente), Piji (min. 72, Raúl Gordillo), Agustín (min. 56, Macías), Edu y Lauri.

Goles: 1-0, min. 78: Santi. 2-0, min. 89: Miguel.

Arbitro: Pardo Martínez (2). Mostró cartulina amarilla al local Miguel y a los visitantes David Mera y Nin.

Incidencias: Aproximadamente 200 espectadores en el estadio Municipal de Villafranca en tarde fría y lluviosa. A pesar de ello terreno de juego en perfecto estado, aunque algo rápido.

La constancia y regularidad del Villafranca tuvo su recompensa con dos goles en el epílogo que permiten al equipo de Diestre seguir la estela de los primeros clasificados, aspiración que ve frenada el Imperio.

El equipo emeritense estuvo en todo momento a merced de su oponente y tan sólo la falta de acierto de los delanteros locales impidió que se moviera el marcador en la primera mitad, periodo en el que no se registró ni un sólo disparo a puerta del Imperio.

El partido continuó con dominio local en la segunda mitad, si bien los visitantes se prodigaron algo más a la contra y pusieron en aprietos al acertado meta local David. De hecho, el conjunto de Marrero dispuso de la ocasión más clara del partido en un disparo al poste de Lauri.

El Villafranca siguió controlando el choque, pero la sensación de peligro en los ataques del Imperio era creciente, lo que llevó al técnico visitante a agotar sus armas ofensivas dando entrada a Vicente, Macías y Raúl Gordillo, todos ellos antiguos jugadores del Villafranca.

En el último cuarto el partido se decantó a favor de los locales, que encontraron así la recompensa al gran trabajo realizado. Santi Flores abrió el marcador al aprovechar un pase en profundidad de Mariñas y Miguel, ya en el último minuto, sentenció el partido al rematar a la red un saque de esquina. En resumen, justo triunfo local en un partido que no fue excesivamente brillante, pero que sí resultó atractivo para el espectador por la incertidumbre hasta el final.