Por fin lo logró. Rodrigo García, corredor miajadeño del Fuerteventura-Canarias, se impuso ayer en Gijón en la cuarta etapa de la Vuelta Ciclista a Asturias. En su tercer año como profesional, y tras muchas intentonas, llegó la recompensa para el tenaz corredor extremeño, que se mostró encantado tras lograr su primera victoria como profesional, "una categoría en la que es muy difícil ganar".

El ciclista, que en los dos años anteriores militó en el Kaiku tras formarse en el Spiuk (con este equipo, aún como amateur, venció en la Copa de España) aseguró que "siempre" intenta buscar la victoria y que se encuentra en un buen momento de forma en la ronda asturiana, una tierra que, dijo, siempre le ha dado "muy bien" tanto en su etapa como aficionado como en el pelotón profesional. García recordó que la pasada temporada tuvo buenas actuaciones en numerosas carreras que le permitieron lograr buenas clasificaciones, aunque el triunfo se le resistió hasta ayer.

La victoria supuso además la primera en la coarta historia del Fuerteventura-Canarias tras una etapa en la que, según García, los corredores que protagonizaron la fuga colaboraron bien, especialmente los dos compañeros de equipo que le acompañaban.

"Al final decidí arrancar e ir a tope hasta la meta porque vi a la gente muy madura y además el terreno picaba hacia arriba y entraba algo de viento de cara", añadió García, que dedicó el triunfo a su abuelo, ya fallecido, además de a su novia y a sus compañeros de equipo.

Mientras tanto, el Extremadura-Spiuk fue también protagonista destacado del día. El mexicano Ignacio Sarabia, Josu Mondelo y Javier Moreno dieron mucha batalla a lo largo de la etapa. Al final, Sarabia consiguió ser cuarto en la meta.