El Comité Olímpico Internacional encara este martes una de sus decisiones más difíciles. El presidente del organismo, el alemán Thomas Bach, comunicará a las 19.30 horas en Lausana cuál será la presencia del deporte ruso en los Juegos Olímpicos de Invierno que comienzan en apenas dos meses en Pyongchang (Corea del Sur). El aluvión de casos de dopaje de deportistas rusos y las conclusiones del informe McLaren, que hablan de un entramado de dopaje sistemático en Rusia desde el 2011 al 2015, llevan al COI a tomar unas medidas difíciles que, sean las que sean, descontentarán a alguna de las partes.

"Hay dos opciones: forzar a Rusia a participar bajo una bandera neutra o expulsarla de los Juegos. Las dos constituyen una humillación para el país", ha asegurado el presidente ruso Vladimir Putin, poniendo la venda a la herida que sin duda se abrirá este martes. La pelota está en el tejado del Comité Ejecutivo del COI y sus 14 miembros, y sobre todo de la comisión disciplinaria que ha estudiado el caso, formado por el suizo Denis Oswald, el español Juan Antonio Samaranch hijo y el francés Tony Estanguet.

26 descalificados y muchos positivos

Un total de 26 deportistas rusos han sido descalificados de los Juegos de Invierno de Sochi 2014 tras quedar acreditado que se creó un banco de orina limpia para cambiar las muestras susceptibles de dar positivo en los controles antidopaje. Esas sanciones suponen que Rusia ha perdido 11 de las 33 medallas (entre ellas, cuatro de oro) ganadas en la ciudad caucásica, lo que le quitó el liderato en el medallero a favor de Noruega. A eso se suma una mayoría de deportistas rusos entre el casi centenar de positivos que han salido al reanalizar las muestras almacenadas de los Juegos de verano de Pekín 2008 y Londres 2012.

Además, la agencia antidopaje rusa (RUSADA) sigue suspendida, desde noviembre del 2016, por parte de la agencia mundial (AMA). La confesión del que fue director del laboratorio de Moscú, Grigori Rodchenkov (ahora en búsqueda y captura en Rusia y presuntamente protegido por el FBI en EEUU), fue decisiva en la elaboración del informe del abogado canadiense Richard McLaren, que concluyó hace casi dos años que Rusia había diseñado "un sofisticado sistema de dopaje" promovido por las autoridades y en el que los deportistas eran colaboradores necesarios.

Quienes son contrarios a la exclusión de Rusia de los Juegos esgrimen que no se puede castigar a todos por culpa de algunos, y sostienen que los deportistsa que nunca han cometido una violación de las reglas antidopaje tienen derecho a participar en Pyeongchang. Cualquier tribunal, añaden, les daría la razó si el caso llega a la justicia ordinaria. Otra solución más salomónica, sería la admisión de los deportistas rusos 'limpios', pero bajo bandera olímpica, sin himno ni la posibilidad de desfilar en las ceremonias. "Una humillación", según Putin.