Lo primero que responde José Manuel Sánchez cuando se le pregunta genéricamente por cómo está la situación en el club que preside, el Cáceres Patrimonio de la Humanidad, es de una humanidad aplastante. «Todos estamos bien, que es lo más importante. Sanitariamente, ningún jugador ni miembro del cuerpo técnico ni personal de oficina ha tenido problema alguno», dice a este diario.

Pero la pregunta iba por otros derroteros. Ya se sabe: ¿seguirá disputándose la LEB Oro, que ha ido aplazando jornada tras jornada desde que estalló la crisis del coronavirus? Y ahí es cuando Sánchez se pone reivindicativo: «Estamos dependiendo de esta Federación Española que no ha tomado todavía una decisión drástica. Lo que no puede ser es que estemos aplazando jornada a jornada».

Y es que la situación interna del Cáceres no ha salido de una profunda indefinición, extendible a todos los protagonistas de la segunda competición del baloncesto nacional. «¿Qué hacemos con los jugadores? ¿Los echamos, no los echamos, los mandamos para casa? ¿El 12 de abril vamos a jugar el primer partido ya? Ni de broma. Entonces ¿por qué no se pronuncian y lo dicen realmente?». Sus preguntas tienen una tremenda carga de profundidad y expresan bien lo que se respira en los despachos de la LEB Oro.

Lo más llamativo viene ahora. ¿Quiere el presidente que la competición continúe? Su respuesta: «Deseo que no se reanude. Debería cancelarse definitivamente», manifiesta literalmente. Ningún dirigente de la competición se ha manifestado en estos términos tan rotundos hasta ahora.

Sánchez argumenta que «hay que ser realistas. Esto no se va a solucionar ni a finales de abril. Lo más lógico sería cortar la liga y cerrarla. Para eso están las cabezas pensantes de la Federación Española, pero están pendientes de lo que haga la ACB y a su vez del Consejo Superior de Deportes, que diga que aquí ya no se juega nada más esta temporada».

Defiende que en esta campaña no haya ni campeón ni ascensos ni descensos, pero asume que «hay muchos intereses» y que «cada club tiene una postura». Desvela además que se ha propuesto que «si acaso, jugar una final a ocho para subir», pero no es sencillo. «¿Cuándo sería eso? Antes habría que hacer una pequeña pretemporada», indica.

LA CUESTIÓN LABORAL / La entidad verdinegra todavía no ha tomado decisión alguna a nivel laboral con su plantilla y resto de empleados. «Estamos estudiando situaciones a ver qué se puede hacer para no perjudicar ni al club ni a los jugadores, pero estamos teniendo pérdidas», asegura.

La sombra de un expediente de regulación temporal de empleo es obvia, como en tantos otros sitios: «Muchos clubs están haciendo ERTEs. Nosotros no los hemos llevado a cabo porque todo esto se ha ido aplazando, pero en vista de que la federación ni se pronuncia, tenemos que tomar alguna medida. Hablaremos con jugadores y agentes y tomaremos la decisión idónea entre todos».

Sánchez confirma que «económicamente hay clubs que lo están pasando mal» y hace un vaticinio inquietante: «veremos si alguno no desaparece, como en la anterior crisis, o no puede inscribirse la próxima temporada».