Antonio Calvo, presidente del Imperio de Mérida, líder sólido del grupo II de Preferente, tiene claro que la medida "no me gusta pero hay que acatarla. El próximo año el descenso estará caro".

Calvo tiene motivos para estar molesto, pues evoca que, hace dos años, su club bajó de Tercera cuando, según el Reglamento, debía permanecer. El caso lo recurrió ante el CSD y asegura que llegará hasta el final.

Y el año pasado su club perdió la promoción ante el Cacereño B por penaltis, pese a marcar más goles fuera.

"Las normas cambian tras los fallos que cometen con nosotros. Igual ahora dicen que el primero no sube", señala Calvo con ironía.