El presidente del Mérida, Saturnino Martínez, pide al entorno del club romano "que huya del catastrofismo que detectamos en torno a la entidad. Parece como si la gente deseara que nos fuéramos, todos piensan que el equipo descenderá y cosas así y hay que confiar un poco más en la permanencia y en la viabilidad del proyecto".

En el ámbito deportivo, Martínez alaba la profesionalidad de la plantilla y defiende que "estamos teniendo mala suerte de cara al gol".

El máximo dirigente del equipo emeritense reconoce que "la situación es preocupante, pero todavía hay tiempo para reconducirla. Nosotros hemos hecho todo lo que ha estado a nuestro alcance, pero entendemos que ahora la salvación sólo está en manos de los jugadores".

Martínez muestra su convencimiento de que "nos salvaremos, aunque la afición y la junta directiva sufriremos hasta el último minuto".

En el plano institucional, el aragonés afirma no sentirse engañado con el club que se les vendió hace ya dos meses y medio, aunque admite que se han encontrado "con una plantilla que estaba metida en una dinámica perdedora más que preocupante. Por ello, hicimos seis fichajes y creímos conveniente cambiar de entrenador, pues creemos en el Mérida y en las posibilidades de la ciudad".

El entorno del Mérida intuye que los propietarios aragoneses darán la espantada si el equipo desciende, por lo que el futuro del club volverá a estar en el aire. Martínez manifiesta al respecto que "lo lógico es esperar hasta el último momento y pensar qué es lo que más nos conviene. Creo que es absurdo pensar eso ahora, porque es un asunto que ni nos hemos planteado".

El Mérida comenzó ayer la preparación del partido ante el Vecindario, que fue declarado de puertas abiertas. Johny no entrenó y es duda. El choque será dirigido por el andaluz Malagón Elías, debutante en la categoría, que nunca arbitró al Mérida.