El partido PAOK de Salónica - AEK Atenas, de la Liga griega, fue suspendido por la invasión del terreno de juego por aficionados y directivos del PAOK, incluido su presidente, Ivan Savvidis, que llegó a mostrar una pistola al colegiado enfurecido por un gol anulado a su equipo. "Se te ha acabado la carrera como árbitro", llegó a soltarle, según relató el entrenador del AEK, el español Manolo Jiménez, a la cadena SER.

El árbitro Giorgios Kominis concedió el triunfo por 1-0 al PAOK ante el AEK Atenas y dio por concluido el encuentro, según anunció el club de Salónica en las redes sociales.

El PAOK señala en su Twitter oficial que el "partido terminó con 1-0 y así lo reflejó en el acta el árbitro" a pesar de que el encuentro se suspendió antes del pitido final por la invasión de campo de jugadores, técnicos y directivos, incluido el presidente de la entidad, Ivan Savidis, que saltó al césped portando un arma en el cinturón y acompañado por su guardaespaldas.

Interrumpido antes del final

El choque entre el PAOK Salónica y el AEK Atenas, de la vigésima quinta jornada de la Liga de Grecia, fue inicialmente interrumpido antes del final por estos incidentes.

La invasión del terreno de juego del estadio Tumba ocurrió justo después de que el árbitro Kominis anulara por fuera de juego un gol al caboverdiano Fernando Varela, en el tiempo añadido.

El choque enfrentaba a los dos primeros clasificados de la Liga griega. El AEK del español Manolo Jiménez, líder de la tabla con dos puntos de ventaja sobre el PAOK Salónica que entrena el rumano Razvan Lucescu.

El encuentro transcurría con empate sin goles. Y en el tiempo añadido, Varela llevó el balón a la red. El árbitro, sin embargo, señaló fuera de juego e invalidó el tanto que hubiera situado al PAOK en el liderato de la competición.

La decisión exaltó a los seguidores. Pero también a los jugadores locales, que cercaron al juez del encuentro, y al cuerpo técnico, que saltó al terreno de juego para acentuar su protesta.

Sobre el césped irrumpió, excitado y molesto por la decisión el presidente de la entidad Ivan Savidis, que se dirigió al árbitro. La situación se prolongó durante varios minutos. Los jugadores del AEK se marcharon al vestuario, que poco después logró alcanzar también el árbitro. En pleno caos, los futbolistas del PAOK permanecieron en el campo a la espera de que se reanudara el partido.

Finalmente, el árbitro, en la caseta, optó por dar por finalizado el encuentro y según el PAOK incluyó el marcador de 1-0 para el equipo de Salónica.