Florentino Pérez solventó cómodamente la primera asamblea de su segunda etapa como presidente del Real Madrid, en la que los socios aprobaron las cuentas con una deuda de 327 millones de euros, autorizaron a la directiva a pedir nuevos créditos y reclamaron investigar la gestión de Ramón Calderón. La Asamblea, con el lema "volver a soñar", se abrió con el informe del presidente, que admitió su error al marcharse en febrero de 2006.