El Barcelona tiene todo a su favor para acceder a los cuartos de final de la Liga de Campeones, cuyo último obstáculo se le presenta hoy en el Camp Nou (20.45 horas) con el encuentro de vuelta de los octavos ante el Celtic, al que ya derrotó hace quince días por 2-3 en Glasgow.

Ni los más pesimistas piensan en un tropiezo en el Camp Nou de su equipo, aunque tras la derrota el pasado fin de semana ante el Atlético (4-2) en la Liga, la afición vuelve a mostrarse algo escéptica con sus jugadores, al haber mostrado un nuevo gesto de vulnerabilidad.

A pesar de las nuevas dudas, el Barcelona no debería tener excesivos problemas, primero para dominar el partido y, después, para volver a infligir una nueva derrota al Celtic, que no se presenta como un rival excesivamente contundente lejos de Glasgow.

En el Barcelona la duda es de nuevo sobre el método que adoptará el técnico Frank Rijkaard para alinear un once competitivo, después de las críticas recibidas estos últimos días por la alineación que ordenó contra el Atlético de Madrid, al dejar a Messi en el banquillo o a Touré Yaya en la Ciudad Condal para prevenir riesgos de lesión.

Lo que parece claro es que tanto Touré como Messi estarán en el once de esta noche en el Camp Nou, por lo que el equipo azulgrana ganará garra en el centro del campo con el africano, y dispondrá de entrada en la banda de su jugador más de desequilibrante, como es el caso del atacante argentino.

La alineación de Ronaldinho, quien fue titular en la ida, también podría verse perjudicada si finalmente el técnico holandés opta por un centro del campo de más intensidad, con Xavi, Touré y Deco, y devuelve a la banda izquierda ofensiva a Iniesta.