En una muestra más de las imprevisibles vueltas que da el fútbol, el próximo domingo podría verse algo inimaginable, impensable: un Barça-Madrid sin Ronaldinho. ¿Sucederá? ¿Será capaz Frank Rijkaard de prescindir libremente, sin que medie lesión o sanción, del astro brasileño en el encuentro más trascendente de la Liga? ¿Sin disponer de Leo Messi, que no reaparecerá hasta el mes de enero? ¿Sin tener en forma a Thierry Henry, que ayer recibió el alta?

Eso que parecía utopía hace unas semanas se ha transformado en una posibilidad real. Y el entrenador alimenta ese debate público que no terminará hasta que el domingo se conozcan ya las alineaciones. No resulta nada descabellado que en el once titular del Barça se vea solo a un fantástico: Samuel Etoo.

"Hemos hecho una práctica y no sé si tendrá que ver con el partido del domingo, habrá que esperar", dijo ayer Gabriel Milito, ocultando la sorpresa que le causó ver a Ronaldinho en el equipo de los suplentes. "Todos sabemos que Ronnie es un jugador sumamente importante en el equipo, pero es una decisión que deberá tomar el entrenador", añadió antes de recordar que es más importante el valor del equipo que las vicisitudes de un jugador en particular.

EL EQUIPO DE VALENCIA Y el entrenador fomenta esa duda. Tal vez para provocar una reacción de orgullo en la estrella. En la sesión de ayer programó un partidillo con un once virtualmente titular contra otro con muchos suplentes. En ese once, con Jorquera en la portería, estaban Puyol, Márquez, Milito, Abidal, Xavi, Touré, Gudjohnsen, Giovani, Etoo e Iniesta. Es decir, el mismo equipo que ganó en Valencia el sábado (0-3), con Giovani en lugar de Messi y Jorquera en el de Valdés. Pero no solo Ronaldinho estaba con los suplentes. También estaba Deco.

Los sitios que parecían propiedad de los dos brasileños los ocupan ahora Gudjohnsen, ejerciendo de interior izquierdo, e Iniesta, reconvertido a extremo. Ya jugado en esa posición 8 veces. Más que de interior y mediocentro, sus demarcaciones naturales. El islandés, que pasó de estar descartado en verano y marginado en otoño, vive un apacible invierno. Ha sido titular en seis de los siete últimos encuentros.

JUGAR AL DESPISTE Tan probable parece que Giovani y Gudjohnsen sean titulares ante el Madrid como que Deco y Ronaldinho recuperen el estatus de titulares indiscutibles. A ninguna de las dos estrellas les está gustando verse relegados a un papel secundario. Deco se marchó del entrenamiento muy enfadado. El primero. La suplencia de Ronaldinho por primera vez en el Camp Nou y en el clásico podría derivar en consecuencias imprevisibles. Hasta ahora se ha sentado en el banquillo fuera de casa.

Pero Rijkaard nunca repite una alineación que ha probado en los entrenamientos. Suele jugar al despiste. Siempre reserva algún cambio. Y puede que pretenda transmitir que medita recibir al líder sin Ronaldinho ni Deco para que los jugadores se esfuercen ante ese peligro. En Madrid nadie se lo cree.

"Todos tenemos muchas ganas de jugar, y Ronaldinho no es un jugador a quien le guste ser suplente. Está esperando la oportunidad de demostrar que vuelve a estar bien", dijo Rafa Márquez. Y Milito, que afronta su primer clásico ante el que pudo ser su equipo, añade: "Lo importante es que tenemos la posibilidad de descontar tres de los cuatro puntos que nos llevan de ventaja".