Tras una primera vuelta muy prometedora, en la que hasta el octavo tenía opciones de pelear por una de las cuatro primeras plazas, el segundo tramo del campeonato en Tercera ha devuelto a la realidad de que los cuatro primeros clasificados lograrán el objetivo de estar en la fase de ascenso a Segunda B con relativa facilidad. Sólo un desastre generalizado ocasionaría que Mérida, Cerro de Reyes, Villanovense o Moralo quedasen fuera.

Sin embargo, esta temporada, a seis jornadas del final, todavía no hay ningún equipo que haya obtenido la clasificación matemática para las eliminatorias decisivas. Una situación inédita durante las tres campañas precedentes. Por tanto, sin lugar a dudas, es la clasificación más tardía desde que se estableció el actual sistema.

Precedentes

Durante el último lustro, sólo hubo un año en el que la temporada fue más dura para los cuatro primeros. Se trata de la 2000-01, en la que el Plasencia no se clasificó, de forma matemática, hasta la jornada 34. Por entonces, el equipo que entrenaba Rafael Rincón Rus sumaba 78 puntos por los 66 del quinto, el Cacereño.

Un año después, en la 01-02, el Cacereño de Marcos se clasificó en la jornada 30 al alcanzar los 82 puntos por los 55 del quinto Villanovense. En la 02-03, el Cerro de Tinín certificó su clasificación en la jornada 31 con 78 puntos frente a los 57 del quinto Extremadura B. Y el año pasado el Don Benito de Pereira debió esperar hasta la jornada 32 al sumar 77 puntos por los 55 del quinto Santa Amalia. Por mantener esta escalonada tradición, el Mérida de Tébar puede clasificarse en la jornada 33 si gana el domingo en feudo del Arroyo y el Imperio, quinto, no vence en el Romano al Plasencia.