MERIDA 1: Ramón; Diego, Aloisio, Cuevas, Cubillas; Johny (Juanma, 61), Barrios, Rafa Fernández (Amaro, 76), Golo; Muiños y Rai Ortega (Troiteiro, 82).

LANZAROTE 1: Tomás; Cifuentes, Blanco, Sergio, Abad; Francis (Pinedo, 38), Vladimir, Nacho Castro, Gustavo; Maciot (Suárez, 71) y Adán (Parrado, 57).

GOLES: 0-1 M. 10: Diego (en propia puerta). 1-1 M. 28: Muiños.

ARBITRO: Figueroa Vázquez (andaluz). Mal. No midió igual a ambos equipos en el tema de las tarjetas. Amonestó, por el Mérida, a Johny, Diego y Rai y, por el Lanzarote, Vladimir y Parrado. Por doble tarjeta, expulsó al local Muiños (94´). Señaló 16 faltas contra el Mérida (8 y 8) y 14 contra el Lanzarote (7 y 7).

El Mérida cedió sus primeros dos puntos en el estadio Romano. Y lo hizo porque fue incapaz de imponer su ritmo ante un Lanzarote que supo manejar mejor los tiempos del partido merced, sobre todo, al veterano Nacho Castro, que hizo bueno el dicho de que quien tuvo retuvo. El asturiano, que pasó por los equipos filiales de Barcelona y Deportivo, volvió a ser el director de orquesta del equipo conejero .

Para colmo de males, el Mérida saltó al maltrecho césped del Romano con una torrija defensiva de las que hacen época. Durante el primer cuarto de hora, la zaga local estuvo lenta y descolocada. Por ello, no debe sorprender que el Lanzarote saliera a por el partido. Así, en el minuto 8, Ramón realizó una prodigiosa estirada para rechazar un cabezazo a bocajarro de Nacho Castro. Era el aviso de lo que iba a suceder poco después. En el 10, a Diego, en su intento de despeje ante Maciot en la frontal, le salió un chut durísimo contra su marco ante el que nada pudo hacer un sorprendido Ramón.

El autogol de Diego bastó para que el Mérida haya sido incapaz de acabar ningún partido de liga manteniendo imbatida su puerta.

LA REPLICA DE MUIÑOS

El Mérida, liderado en la medular por Barrios y Rafa, comenzó a sacudirse el dominio visitante en torno al ecuador de la primera mitad. Y el equipo de Ricardo Fernández iba a encontrarse con el premio del gol en su único remate dirigido entre los tres palos en todo el encuentro. En el minuto 28, una falta sacada por Rafa hacia el segundo palo, sorprendentemente, fue cabeceada al fondo de la red por Muiños, de sólo 1,72 de altura, ante la incredulidad de las torres defensivas del Lanzarote.

El gaditano estrenaba así su casillero goleador con el Mérida, pues no había marcado ni en pretemporada.

La primera mitad dio poco más de sí, aunque el Mérida mejoró su juego tras lograr la igualada.

En la reanudación, al igual que sucedió al inicio, el Mérida volvió a salir atolondrado en los diez primeros minutos en los que parecía que el Lanzarote podía volver a marcar.

El Mérida se rehizo, pero fue incapaz de imponer su ritmo ante un rival que aplatanó el partido. Con todo, la mejor ocasión llegó en el último cuarto de hora con un chut lejano raso de Parrado, que Ramón desvió a córner con otra gran parada.

Fernández insufló aire fresco a su equipo con los cambios. Juanma hizo ganar enteros al Mérida en el juego aéreo y después Amaro y Troiteiro aportaron más movilidad.

El arbitraje merece mención aparte. Fue demencial. El Mérida vio tres tarjetas más que el rival con dos faltas más cometidas. Pese a todo, el Mérida, que lleva tres semanas sin acabar con once, debe aprender a no desquiciarse con los árbitros.