Esta vez la moneda cayó en el bolsillo de los Orlando Magic, que en otro final apretado se impusieron en el tercer partido de la final de la NBA a Los Angeles Lakers (108-104) y acortaron la ventaja de los californianos (2-1) en una serie el mejor de siete partidos. Ni el gran partido de Pau Gasol (23 puntos y 3 rebotes) ni el de Kobe Bryant (31 puntos) pudieron evitar el primer triunfo de Orlando, que se mostró prácticamente infalible en el lanzamiento.

El conjunto que dirige Stan van Gudy logró un 62,5% de acierto en los lanzamientos de campo (llegó a ser del 75% en la primera parte), el mejor registro de las finales de la historia de la NBA (40 canastas de 64 tiros). "Tuvimos un toque mágico en los tiros a canasta. No importaba desde donde lanzábamos: el balón entraba", manifestó maravillado Van Gudy al destacar el acierto de sus jugadores. Pero también en la defensa cimentó Orlando su victoria, impidiendo así que los Lakers sumaran el tercer triunfo y adquirieran una ventaja casi definitiva.

ROBO DE BALON DECISIVO En este sentido, el desenlace del partido tuvo un héroe anónimo en la figura de Mickael Pietrus, que no solo anotó 18 puntos sino que con un robo de balón milagroso en los últimos segundos impidió que Bryant anotara para igualar el duelo o incluso avanzar a los Lakers. El alero francés estuvo acompañado en su aportación por un extraordinario Dwight Howard (21 puntos y 14 rebotes) por Rashard Lewis (21 puntos).

"Lo único que puedo decir es que no quiso entrar el balón y que no tuve la mejor noche desde la línea de personal", se justificó un decepcionado Bryant, que incomprensiblemente falló en cinco de los 10 tiros libres que lanzó. "Me siento desilusionado porque el equipo confiaba en mí y no estuve acertado".

Howard, la estrella de Orlando, se mostraba exultante y confiada en poder remontar la final. "Hemos demostrado que cuando jugamos bien en ataque no hay ninguna defensa que pueda pararnos y eso es lo que queremos que suceda también en el cuarto partido", dijo el poderoso pívot en referencia al partido que se juega mañana en el Amway Arena.

Howard también valoró el trabajo defensivo de los Magic. "Además de nuestro ataque también hicimos una gran defensa y tuvimos buena presencia bajo los aros al no permitir que Gasol y Odom dominasen el rebote". Por eso perdieron los Lakers, que mañana quieren sumar su tercera victoria.