El Extremadura va a jugar este domingo su partido más importante de toda la temporada en el estadio Fernando Torres de Fuenlabrada (21.45 horas). Así, sin más. Quedarán tras este encuentro seis jornadas más y puntos matemáticos para buscar una salvación heroica, pero el de este domingo no es un encuentro cualquiera. Los azulgranas son conscientes de que las escasas opciones de permanencia pasan por ganar en territorio madrileño. Más que los tres puntos, el Extremadura necesita respiran ilusión, confianza y optimismo. Un chute de adrenalina que le permita coger impulso para edificar un milagro. Uno de esos que, de producirse, pasarían a la historia del fútbol en letras mayúsculas.

Entre otras cosas, porque la salvación se ha ido encareciendo con el paso de las jornadas y el Extremadura ya tiene prohibido fallar. Tiene que ganar al menos seis partidos y quedan siete. «Pero sobre todo ganar el primero», suspiraba Manuel antes de partir a Fuenlabrada.

La semana no ha sido sencilla en el vestuario azulgrana. La confianza de los jugadores ha bajado enteros tras no lograr ningún triunfo después del confinamiento y, nuevamente, han tenido que ser los pesos pesados del vestuario los que hayan tenido que tirar del carro azulgrana. Desde el cuerpo técnico siguen esperando que el resto de actores pasen a la escena de protagonistas. Hablamos de los Pinchi, Pastrana, Sergio Gil, Cristian..., por citar algunos ejemplos. Esa mezcla de juventud y frescura que Manuel quería haber explotado en la época post-covid-19 y que, de momento, se ha quedado en experimentos con gaseosa.

Varios de ellos volverán a tener una oportunidad por las bajas con las que llega el equipo. Olabe está lesionado y Nono, que tiene un problema muscular, está sancionado. Manuel no tocará el dibujo y tendrá que decidir si dar entrada ya a Kike Márquez como titular o guardarlo como revulsivo. El sanluqueño está realizando un esfuerzo tremendo para estar en cada convocatoria, sufriendo dolores y tratando de ayudar a los suyos.

Las opciones para ocupar la banda son para Pinchi o Pastrana, dos jugadores sobre los que el público espera mucho más.

La afición del Extremadura, además de decepcionada, se encuentra muy desmoralizada ante la situación, aunque algunos han intentado enviar mensajes de ánimo a los jugadores apelando al milagro.

Manuel les ha pedido a los suyos «que no se rindan» y les ha transmitido que el Extremadura, históricamente, ha sido un equipo de orgullo y corazón. Y eso no se puede perder sobre el césped. Pase lo que pase.

EL FUENLABRADA

El Fuenlabrada afronta el partido ante el Extremadura en una situación muy cómoda al sumar 46 puntos y estar prácticamente salvado en Segunda tras su primer año en la categoría. Al cuadro madrileño se puede decir que le ha sentado muy bien el confinamiento, pues antes de que se produjera el parón venía en caída libre en la tabla clasificatoria y, tras la reanudación de la liga, ha sumado 7 puntos de 12 que lo han sacado de cualquier peligro.

Parte de ese efecto se lo ha impreso José Ramón Sandoval, un técnico de ideas claras y con perfil motivador que ha sabido sacarle rendimiento a una plantilla que estaba antes más pendientes de los contratos y de las renovaciones que de lo que pasaba en el verde.

De hecho, el Fuenlabrada empezó a ser muy vulnerable en el estadio Fernando Torres antes del confinamiento, pero nada más volver ha ganado sin su público los dos partidos de casa ante Tenerife y Numancia, dos rivales que por entonces eran directos. La progresión ha sido tan positiva que están más cerca de puestos de playoff de ascenso que del descenso.

Para el encuentro de este domingo, el Fuenlabrada tiene la baja de Ciss, por acumulación de tarjeta, el único jugador de campo que había disputado todos los minutos tras la activación de la competición.

Sandoval hizo rotaciones en el último partido en Oviedo (0-0), por lo que tendrá a jugadores muy frescos para la cita como Glauder, Juanma Marrero, Jeisson, Clavería o una de las grandes amenazas de este equipo, Hugo Fraile. También está de dulce el delantero Sekou Gassama, cedido por el Almería, y que está viendo puerta con facilidad. Un equipo correoso y nada sencillo para una auténtica prueba de fuego.