La gesta europea del Atlético de Madrid en Liverpool hubiera quedado por sí misma en los libros de historia, pero va camino de afianzarse como momento trascendental más por la acción pandémica del coronavirus que por el resultado. El día siguiente trajo, entre otra cascada de cancelaciones en el deporte mundial, la suspensión de La Liga, del Manchester City-Real Madrid de Champions o los partidos a puerta cerrada en Inglaterra.

En una decisión histórica y sin precedentes, al menos las dos próximas jornadas de Primera y Segunda División [incluyendo los partidos del Extremadura ante Elche a domicilio y Albacete en casa, ver página 38] quedan suspendidas. La crisis del coronavirus, que ya había deparado partidos sin público y había clausurado las competiciones no profesionales, alcanzó de forma inevitable al fútbol profesional, a la espera de la evolución de los contagios y de los equipos en cuarentena, como el Real Madrid, antes de tomar una decisión sobre el futuro de la propia competición.

Después de que se conociera un caso positivo en la plantilla de baloncesto del Madrid, que ya está en cuarentena como el equipo de fútbol y como todo aquel con el que comparte instalaciones, se precipitó una decisión que La Liga era reacia a tomar: «Se acuerda la suspensión, al menos, de las dos próximas jornadas», confirmaba el comunicado, antes de observar que se evaluarán de nuevo las medidas a tomar tras «la finalización de las cuarentenas decretadas», terminaba.

SUSPENSIÓN EUROPEA / Con el equipo de Zidane confinado en sus hogares bajo cuarentena recomendada, era imposible realizar el viaje a Inglaterra para disputar el partido de Liga de Campeones ante el Manchester City que estaba previsto para la próxima semana. Pese a que la UEFA ha aplazado hasta el próximo martes cualquier decisión trascendental sobre las competiciones europeas, el equipo inglés oficializó la suspensión del partido horas después. Ante la misma situación está el Juventus-Olympique de Lyon, también previsto para la semana que viene, y suspendido por la cuarentena de los italianos tras el positivo del central Daniele Rugani.

«Se trata de una medida de precaución general, adoptada para evitar la posibilidad de que los jugadores -muchos de los cuales son menores- queden lejos de sus familias en caso de que los gobiernos anfitriones declaren cierres o cuarentenas», indica la UEFA en un comunicado, en el que advierte que anunciará próximamente la reprogramación de los torneos «tras una evaluación exhaustiva de las opciones».

El parón en el fútbol español y su incierto futuro ya ha afectado a la final de la Copa del Rey, oficialmente aplazada y en busca de nueva fecha, así como a la selección de Luis Enrique, que iba a jugar un amistoso ante Países Bajos el 29 de marzo que ha sido suspendido y tiene previsto otro el del día 26 ante Alemania en Madrid que está en el aire.

Después de la suspensión del fútbol español y de una reunión a tres bandas entre La Liga, la RFEF y AFE, compareció el presidente de la Federación Luis Rubiales para tomar la iniciativa en la crisis: «El día 25 de marzo volveremos a evaluar la situación y se tomarán nuevas decisiones en función del nivel de dificultad que presente la situación», explicó el presidente.

Rubiales aclaró pocas cosas sobre las múltiples preguntas que surgen entorno al futuro del fútbol: «Le corresponde a UEFA tomar las decisiones sobre la Eurocopa», repitió varias veces. «No hemos llegado al escenario de pensar qué hacer si no se puede jugar más La Liga. Se buscarán soluciones cuando llegue el momento», explicó.

PÉRDIDAS MILLONARIAS / Lo cierto es que no se puede saber si se volverá a jugar esta temporada, pese a que no se ha dejado de disputar una temporada de fútbol en España desde 1939, tras el final de la Guerra Civil, y es una posibilidad que supondría una pérdida de 600 millones de euros, según La Liga.

Aún así, se contemplan todos escenarios: entre el improbable que en quince días se pueda volver a la actividad normal, hasta el de tener que suspender lo que resta de temporada. Para el peor caso, habría que otorgar títulos, plazas de competiciones europeas o ascensos y descensos.

«Vamos a trabajar en todos los escenarios que se pueden dar a partir de ahora», había empezado diciendo el presidente de la Federación Española, mientras alababa la coordinación en las decisiones, antes de amagar con un palo a La Liga que concretó después: «Había una resistencia obvia desde La Liga a la suspensión, ellos querían seguir jugando a puerta cerrada, pero teníamos que impulsar nuestra decisión. Estamos contentos con que sigan el camino que ha marcado la Federación», sentenció.