El Cáceres 2016 quiere españolizar aún más el vestuario y completar su juego exterior con un baloncestista nacional. La primera opción era y es Nacho Yáñez, el experimentado alero (35 años) que empezó la temporada en Illescas --se marchó por falta de pago y problemas con el presidente-- y en la actualidad apura un contrato temporal en La Palma, donde sus números han mejorado considerablemente (12,8 puntos con 54% en triples). Su primera respuesta ha sido negativa, pero en el club extremeño de la LEB Oro aún hay esperanzas de que se eche atrás y acepte la oferta que se ha presentado.

Yáñez es de los pocos jugadores en el mercado que se adaptan a las características que busca el cuerpo técnico cacereño: conocedor de la liga, español y con puntería en el tiro. Para fichar se dispone aproximadamente del dinero que ha dejado de percibir Mike English, con el que se rescindió el contrato "beneficiosamente", según el club.

Yebra, imposible

Pocos pueden discutir el recorrido de Yáñez, que ha alternado la ACB (Fuenlabrada, Menorca, Lleida, Estudiantes, León) con la LEB (Complutense, Tenerife, Huelva, Inca). Su respuesta ha sido que, de momento, prefiere centrar su vida en Madrid e irse alejando del baloncesto profesional.

Las otras posibilidades españolas están aún más complicadas. Cuadraba por sus cualidades Oscar Yebra, con cuyo nombre se ha especulado desde la pretemporada, pero ha firmado un sustancioso contrato en la liga iraní. También Souleymane Drame, junior de oro en 1999 con España, encontró recientemente equipo (Tarragona, de LEB Plata) y no es específicamente un tirador.

Si no se consigue fichar a un nacional, el Cáceres 2016 se verá obligado a sumergirse en el mercado comunitario con lo que ello supone en cuanto a riesgo y tiempo necesario para la adaptación.